Los años setenta fueron famosos por muchas razones, entre ellas la moda ramplona, el cabello extravagante y algunas sustancias muy peligrosas. Una de las drogas más notorias y, sorprendentemente, legales hasta los años ochenta fue las metaqualonas, también conocidas como quaaludes. Originalmente sintetizadas en India en los años cincuenta para tratar insomnio y ansiedad, estas píldoras llegaron a conocerse popularmente bajo su marca más famosa, Quaalude.
La empresa farmacéutica William H. Rorer Inc. comenzó a producir Quaaludes en 1965, combinando el nombre de otro de sus productos, Maalox, con la frase «interludio tranquilo» (quiet interlude). Aunque estaban diseñadas como sedantes para dormir, las Quaaludes adquirieron una fama distinta en la cultura de los clubes nocturnos de los años setenta, donde eran apodadas «galletas de disco» por su popularidad en las discotecas. La razón era que estas píldoras inducían euforia y reducían inhibiciones, lo que hacía que actividades como bailar y tener sexo fueran aún más placenteras.
Según reporta The Paris Review, en esa época, Manhattan estaba lleno de «barras de jugo», clubes nocturnos en los que no se vendía alcohol pero sí Quaaludes, que se podían conseguir por una módica suma, incluso a través de médicos mentirosos que, por solo cincuenta dólares, daban recetas a quien se presentara en su consulta. Hoy en día, las Quaaludes tienen una reputación muy negativa, principalmente por su uso en delitos sexuales, como revelan las declaraciones del comediante Bill Cosby en 2015, donde admitió obtener Quaaludes para darles a las jóvenes con quienes quería tener relaciones sexuales.
Las Quaaludes son increíblemente peligrosas
Más allá de su asociación con Cosby y otros delitos, The Paris Review también revela que el director Roman Polanski, en 1977, le habría dado una Quaalude a la joven de 13 años a la que atacó. Además, Izabella St. James, ex novia de Hugh Hefner, afirmó que cada noche en la Mansión Playboy empezaba con una oferta de «ludes» por parte de Hefner, conocido por organizar fiestas sexuales después de las discotecas. En la película El lobo de Wall Street, Leonardo DiCaprio interpreta a Jordan Belfort, un corredor de bolsa adicto a las Quaaludes, en una escena casi increíble. Belfort, demasiado intoxicado para caminar, logra meterse en su Lamborghini y conducirlo por la calles, destrozándolo casi todo a su paso.
Según Belfort, esto realmente ocurrió. Sin embargo, las estadísticas muestran que la mayoría de las muertes relacionadas con Quaaludes no fueron por sobredosis, sino por accidentes ocasionados por el efecto de las drogas. Un artículo de UPI en 1983 reportó que más personas murieron en accidentes vinculados a las Quaaludes que por sobredosis: en un estudio en el condado de Dade, Florida, 175 de 246 muertes estaban relacionadas con traumatismos por accidentes, suicidios o homicidios, mientras que 68 fueron por sobredosis. La producción de Quaaludes en Estados Unidos cesó en 1983 y, en 1984, fueron completamente prohibidas. La Agencia de Control de Drogas de EE. UU. inició una campaña internacional para detener su fabricación. Hoy, en 2014 y 2015, solo se reportaron tres incautaciones en aeropuertos estadounidenses.