Detalles inquietantes revelados en la llamada 911 emocional del caso Gene Hackman
Los detalles precisos sobre las muertes del legendario actor Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, aún no se conocen completamente, pero a medida que salen a la luz más informaciones tras el descubrimiento de sus cuerpos el 25 de febrero de 2025, la escena se vuelve cada vez más sombría.
El último hallazgo relevante es el audio de una llamada al 911 realizada por el cuidador del vecindario donde residían (a través de TMZ). Él observó a través de la ventana de la casa de Santa Fe, Nuevo México, y vio los cuerpos del actor de 95 años y de su esposa de 63 dentro del domicilio. Cuando preguntaron si podían saber si las personas estaban respirando, respondió angustiado: «No tengo idea. No estoy dentro de la casa. Está cerrada. Está con llave. No puedo entrar».
Esta llamada es solo el último detalle que genera interrogantes sobre lo que realmente ocurrió. A continuación, todo lo que se sabe sobre las circunstancias hasta ahora.
Una llamada frenética
La persona que llamó al 911 no sabía quiénes eran Hackman y Arakawa, solo los identificó como un hombre y una mujer. Sin embargo, su voz delató que la vista de sus cuerpos fue altamente perturbadora. La llamada, de aproximadamente dos minutos, es bastante caótica; el llamante comentó varias veces que la casa no tenía su propia dirección y se escucha a perros ladrando constantemente.
También se oye al solicitante suplicar que envíen ayuda lo antes posible, y, cuando le preguntaron por los géneros de la pareja, respondió: «No lo sé, no lo sé, señor. Solo envíen a alguien rápido». Además, se le escucha repetir la palabra «maldita» mientras llora. El nombre del trabajador de mantenimiento ha sido omitido en la publicación pública de la grabación.
Los agentes policiales localizaron los cuerpos de Hackman y Arakawa durante una revisión de bienestar la tarde del 26 de febrero. En ese momento no revelaron la causa de la muerte, pero inicialmente no se sospechaba de aspectos violentos o criminales. Sin embargo, un documento presentado por un detective para obtener una orden de cateo ha levantado serias dudas sobre lo ocurrido.
Detalles inquietantes en el informe
El informe del detective revela que las muertes de la pareja eran «sospechosas, lo suficientemente graves como para requerir una búsqueda e investigación exhaustivas». Entre las anomalías están que los cuerpos estaban en habitaciones diferentes, la puerta principal estaba desbloqueada y abierta, y un calefactor fue movido cerca del lugar donde yacía Arakawa, en el baño. También se encontró una botella de pastillas abierta con medicación dispersa cerca del cuerpo de la mujer, aún sin identificar las pastillas.
Las autoridades indicaron que no había señales de disparos ni heridas externas evidentes. Además, uno de los perros de la pareja fue hallado muerto en un armario a aproximadamente 4.5 metros de Arakawa, mientras que otros dos perros estaban vivos, uno en la casa y otro afuera.
Otro dato reportado por The Daily Mail sostiene que Hackman y Arakawa podrían haber estado muertos por hasta dos semanas antes de su descubrimiento, en estado de momificación parcial. La última vez que hubo contacto confirmado con ellos fue con un trabajador de mantenimiento hace aproximadamente dos semanas.
El informe también descarta una fuga de gas o intoxicación por monóxido de carbono, que en un principio se había pensado como posible causa. Incluso la propia hija de Hackman, Elizabeth Jean Hackman, dijo a TMZ que las primeras sospechas apuntaban a que los vapores tóxicos podrían haber provocado un trágico accidente.
La vida de Hackman tras la jubilación en Nuevo México
Al momento de su muerte, Gene Hackman llevaba casi 21 años retirado de la actuación, siendo su última película la comedia de 2004 «Bienvenido a Mooseport». En esa ocasión, afirmó a Larry King: «No tengo muchos miedos. Solo el temor normal de pasar a mejor vida, ¿sabes? Creo que todos pensamos en eso, especialmente al llegar a cierta edad».
Se casó con Arakawa en 1991, su segunda esposa, y ambos vivían en Nuevo México, donde Hackman participó activamente en la comunidad local. Según KOAT, formó parte de la Junta de Trustees del museo dedicado a Georgia O’Keeffe en Santa Fe desde 1997 hasta 2004. Tras su retiro, Hackman permaneció alejado de los medios, dedicándose a escribir novelas y pintar en sus últimos años. Coautor de tres libros sobre temas militares, luego incursionó en la escritura de varios westerns.