Anna Delvey recorrió Nueva York durante unos años a mediados de la década de 2010, infiltrándose en la élite de la ciudad, conocida por su vida de fiestas y lujos, mientras fingía ser una heredera europea adinerada. En realidad, la joven no era ni rica, ni heredera, ni tenía el nombre de Anna Delvey. Lo único que era cierto en su acto eran su primer nombre y que era europea. Su verdadero nombre era Anna Sorokin, hija de un humilde comerciante ruso y su esposa, que vivía en Alemania, según informa Insider.
Durante sus años como estafadora, Delvey/Sorokin logró hacer algunas amistades y, posteriormente, engañarlas para robarles dinero. Sin embargo, también entabló una amistad con alguien fuera del mundo glamoroso que ella representaba, pero ciertamente en su misma categoría social: un humilde conserje de hotel y aspirante a guionista llamado Neffatari Davis, o simplemente “Neff”. Parece que Neff fue de las pocas personas a las que Sorokin no logró engañar, y ambas continúan siendo amigas hasta hoy.
«La entiendo»
En 2017, según Vanity Fair, Neffatari Davis, conocida también como «Neff», trabajaba como conserje en el lujoso hotel 11 Howard de Nueva York. Allí, una cliente llamada Anna Delvey trataba al personal de manera sumamente grosera, aunque al mismo tiempo solía ganarse su favor con propinas de 100 dólares. Delvey era especialmente amable con Neff, compartiendo comida y bebidas, e incluso pasando horas sentada junto a ella durante toda su jornada laboral. Sin embargo, eventualmente, la verdad salió a la luz, según Style Magazine, después de que Delvey acumulara una deuda de 30,000 dólares que no pudo pagar y fuera expulsada del hotel.
Aun así, Delvey (cuyo nombre real es Anna Sorokin) nunca engañó a Neff, y aunque su amistad ha tenido altibajos, parece que siguen siendo amigas. «Anna es mi amiga y siempre lo será», afirmó Davis a Bustle (via Style). «Nos hemos bloqueado y desbloqueado, llorado y reído. La entiendo», añadió.
