La Costa Azul francesa: si no sabes exactamente qué o dónde es, seguramente has oído su nombre. Combina el encanto de una ciudad francesa con la belleza escénica del Mediterráneo, creando una imagen que todos anhelamos. Situada en la costa sureste de Francia, por encima de ciudades italianas como Florencia y Pisa, no hay ninguna razón para querer irse una vez que llegas. Y ahora tenemos evidencia de que las antiguas civilizaciones sentían exactamente lo mismo respecto al sol, la arena, el agua y el cielo de esta región, en forma de un sitio neolítico recientemente descubierto.
Situado en la localidad costera de Cavalaire-sur-Mer, en la Riviera francesa, el sitio recién descubierto no estaba enterrado bajo arena o mar, sino en el lugar de un nuevo parking. Así que primero: ni siquiera los lugares más hermosos del mundo están exentos de la fea realidad del concreto de un aparcamiento. En segundo lugar: entre todos los lugares para construir un estacionamiento, el sitio neolítico resultó estar justo debajo de ese lugar en particular. Y en tercer lugar: no se trata solo de cualquier sitio neolítico — es uno de los más antiguos de su tipo en Francia.
Las investigaciones aún están en marcha, pero se sabe que el sitio data aproximadamente del 4800 a.C., cuando en la región comenzaba la agricultura, las personas empezaron a establecerse en la costa y la vida cambió de comunidades de cazadores-recolectores a comunidades agrícolas. Encontramos construcciones, muros, hogares, y más. Incluso utilizaban una mezcla de tierra y grava, similar al concreto, para edificar. Algunas cosas no cambian.
Un lugar idílico para que se establecieran los antiguos agricultores
Parece el último lugar donde encontrarías un asentamiento neolítico lleno de arquitectura de piedra. Probablemente pensarías en sitios fríos y alejados como Gales, pero en realidad tiene sentido. Si las personas antiguas que construyeron el sitio en Cavalaire-sur-Mer llegaron hasta la costa del sur de Francia, seguramente habrían pensado: «Sí, esto funciona».
Esas personas fueron las primeras granjeros de la región, y su presencia en este lugar explica mucho sobre los movimientos de pueblos en aquella época. El sitio data del periodo llamado «Cardial», un segmento de tiempo que remonta a aproximadamente 6,000 a.C. y que marca la transición de comunidades nómadas a agricultores asentados en la costa del sur de Europa, desde Italia hasta Portugal. Desde el inicio del Holoceno, hace unos 11,700 años (9,700 a.C.), la revolución agrícola se expandió de este a oeste, comenzando en la Cuna de la Humanidad. El término «Cardial» hace referencia a una época en que la cerámica se decoraba con conchas marinas.
Hacia el año 9000 a.C., ya existía en la región el primer sitio megalítico importante, Göbekli Tepe, en lo que hoy es Turquía. Desde el 7400 hasta el 6200 a.C., se fundó uno de los primeros asentamientos con características de pueblo, Çatalhöyük, más al oeste que Göbekli Tepe. Poco a poco, los pioneros domesticaron plantas y animales hacia el oeste, llegando a Portugal, incluyendo Cavalaire-sur-Mer y el sitio recién descubierto. La datación del asentamiento en unos 4800 a.C. sitúa esta migración en la historia de la humanidad en un punto clave.
Evidencia de viviendas, muros, hogueras y cerámica
Al analizar el sitio neolítico en Cavalaire-sur-Mer, se encuentran restos de una casa grande, similar a un salón, con muros de 7 metros de largo por 5 metros de ancho. Estos muros, hechos de una mezcla de tierra y grava, equivalentes al cemento actual, estaban divididos en varias secciones para diferentes usos, incluyendo una zona con un hogar para cocinar — un tipo de cocina. Para calentar tanto la vivienda como la cerámica, probablemente se empleaba un fuego muy intenso, capaz de endurecer las vasijas de arcilla que allí se fabricaban. Todo el sitio permanece enterrado a unos 4 metros de profundidad.
Pero más allá de los hallazgos, el propio sitio sugiere que hay muchas otras construcciones similares bajo lugares como McDonald’s, una sala de estar, un banco o un bosque alejado de la civilización. La densidad de sedimentos del Mediterráneo, compuesto por limo, arcilla, grava, y otros sedimentos, fue ideal para la existencia de asentamientos neolíticos hace miles de años. La región fue un lugar perfecto para establecerse en aquella época del periodo Cardial.
La investigación aún continúa y revelará más descubrimientos en los próximos meses y años. La Oficina Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva de Francia (INRAP) ha declarado que el hallazgo «contribuye valiosamente al enriquecimiento del conocimiento». La investigación nos dará más detalles en el futuro próximo.
