Lo que La Vida Secreta de la Cárcel reveló sobre Casey Anthony

Ciencia
Estados Unidos

Aunque fue acusada del asesinato de su propia hija, Casey Anthony siempre ha mantenido su inocencia. A finales de 2008, mientras permanecía en la cárcel del condado de Orange, Florida, las autoridades seguían buscando los restos de Caylee, de solo 2 años. Mientras tanto, Casey entabló amistad con una inmate llamada Robyn Adams, que cumplía una condena de 10 años por posesión de marihuana.

Según un fragmento del episodio que cubre la historia de Casey en la serie documental de Lifetime «Cellmate Secrets», Robyn inicialmente no tenía motivos para dudar de las cosas que su nueva amiga le decía. Y Silvia Hernández, la guardia que relajó el protocolo permitiendo sus encuentros clandestinos, nunca sospechó que estuviera facilitando algo más que un vínculo fraternal entre dos mujeres desesperadas que forjaron una amistad en un lugar hostil. Sin embargo, tanto Adams como Hernández descubrirían que las motivaciones de Casey estaban lejos de ser amigables o inocentes. La trama de IMDB para el episodio revela que la vida de Hernández quedó completamente arruinada por permitir que las dos mulheres se vieran. Con el tiempo, Robyn y Silvia comenzaron a notar detalles que parecían poner en duda la versión de Casey sobre lo ocurrido con su hija.

Casey Anthony reveló sin querer su secreto a su compañera de celda

Casey Anthony y su abogada

A medida que pasaba el tiempo, Robyn y Silvia comenzaron a cuestionar lo que Casey les había contado. «Nunca sentí que Casey estuviera preocupada por el paradero de Caylee», comenta Robyn en «Cellmate Secrets». También le parecía extraño que Casey hubiera esperado un mes para reportar la desaparición de Caylee.

Luego llegó la impactante noticia en diciembre de 2008. Las autoridades encontraron los restos óseos de una niña pequeña cerca de la casa de Casey en Florida y, como reportó ABC News, las pruebas de ADN confirmaron que pertenecían a Caylee. Según recuerda Hernández, Casey no reaccionó como lo haría una madre doliente. No lloró. Parecía más bien como si tuviera una ataque de pánico. «Su comportamiento en ese momento fue como, ‘¡Vaya mierda!’, cuando se dio cuenta de que la habían atrapado», relató Hernández en «Cellmate Secrets».

Fue tras esta terrible noticia cuando Casey cometió su error crucial. En una de sus conversaciones y cartas con Robyn, ella mencionó que el cuerpo de Caylee estaba envuelto en una manta de Winnie-the-Pooh. Los detectives que interrogaron a Robyn respecto a esa correspondencia se sorprendieron, pues se trataba de un detalle que no había sido divulgado públicamente. Sin saberlo, Robyn reveló cómo Casey se incriminaba a sí misma al compartir esa información. Casey continuó manteniendo su inocencia, pero Robyn ya no creyó en ella. Y aunque, según CNN, los cargos por asesinato fueron retirados en 2011 por falta de pruebas concluyentes, nadie más la cree realmente.

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