La trágica historia de Bigi ‘Blandito’ Jackson, hijo del legendario Rey del Pop, está marcada por una infancia llena de turbulencias y momentos difíciles. Hijo menor de Michael Jackson y criado en medio de controversias, su vida ha estado en el centro de atención por motivos dolorosos.
En sus primeros meses, Bigi fue expuesto a un evento que impactó su vida: fue colgado por un balcón cuando tenía sólo 9 meses. En noviembre de 2002, durante una visita al Hotel Adlon en Berlín, Michael Jackson tomó a su bebé y, mientras cubría su rostro con una toalla, lo sostuvo parcialmente sobre el balcón, a cuatro pisos de altura, ante una multitud de aproximadamente 200 fans. Este acto, considerado por muchos como negligencia infantil, generó una gran polémica y llevó a Jackson a emitir una disculpa pública alegando que «se dejó llevar por la emoción del momento» y asegurando que nunca pondría en peligro la vida de sus hijos.
Otro evento que marcó profundamente su vida fue la muerte de su padre, Michael Jackson, en 2009. En junio de 2024, Michael residía en una mansión en Bel Air, donde se preparaba para un concierto en Londres. La noche del 24 de junio, tras largas horas de ensayo, solicitó a su médico, el Dr. Conrad Murray, que le administrara medicamentos para dormir. Después de varias dosis de drogas y sedantes, Murray cedió a las insistencias del cantante y le administró propofol, un potente anestésico. Como resultado, Jackson cayó en un sueño profundo, pero poco después dejó de respirar y, a pesar de los esfuerzos de los paramédicos, fue declarado muerto en el UCLA Medical Center a los 50 años. Sus hijos, Prince Michael, Paris y Blanket, tenían 12, 11 y 7 años respectivamente en ese momento. En 2011, Murray fue declarado responsable de su muerte y condenado a cuatro años de prisión por homicidio involuntario.
La familia Jackson también emprendió acciones legales tras la muerte del ícono, incluyendo una demanda por muerte injusta. La madre de Michael, Katherine Jackson, presentó la demanda en representación de sus hijos menores, reclamando daños y perjuicios y responsabilizando a la promotora de conciertos AEG Live por contratar a Murray, quien actuó con negligencia criminal. La disputa legal culminó con un juicio de 21 semanas que concluyó en una derrota para la familia, estableciendo que AEG fue parcialmente responsable por la muerte de Jackson.
En 2017, Bigi, que en ese momento ya era adulto, llevó a cabo una demanda contra su propia abuela materna, Katherine Jackson, acusándola de usar su dinero en beneficios propios. Katherine había intentado frenar la venta de los derechos del catálogo musical de Michael Jackson a Sony, una operación valorada en 600 millones de dólares, pero un juez permitió que la venta siguiera adelante. La demanda de Bigi fue una medida para proteger sus intereses económicos y evitar que su abuela se aprobara de sus fondos.
Originalmente conocido como Blanket, un apodo que su padre le puso debido a que lo cubría con mantas, Bigi decidió cambiarse el nombre al cumplir 13 años, optando por usar su verdadero nombre, Prince Michael Jackson II. La mención de «II» fue para diferenciarlo de su hermano mayor, Prince Michael Jackson.
Desde pequeño, Bigi fue víctima de burlas y acoso escolar por su nombre y su identidad protegida por su famoso padre. Algunos compañeros, movidos por la envidia, se burlaban de él por su estilo de vida y por el apodo que usaba públicamente. En 2014, cuando comenzó a asistir a la escuela The Buckley en Los Ángeles, pidió ser llamado por su verdadero nombre: Bigi, dejando atrás el apodo que había marcado sus primeros años.