El Dr. Joseph Bell fue un renombrado cirujano, médico y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo. Lo que lo diferenciaba de otros médicos era su extraordinaria habilidad de observación, que le permitía obtener información sobre los pacientes simplemente observándolos. Esta destreza inspiró al escritor escocés Arthur Conan Doyle a crear a Sherlock Holmes, uno de los personajes de ficción más populares hasta la fecha.
Nació el 2 de diciembre de 1837 en Edimburgo. Creció en un hogar religioso, ya que su padre formaba parte de la Iglesia Libre, la cual no tenía vínculos con el Estado ni el gobierno. Su padre se aseguró de que sus hijos recibieran educación basada en la Biblia. A los 10 años, ingresó en la Academia de Edimburgo y estudió allí hasta los 17. Joseph fue un buen estudiante, destacándose especialmente en matemáticas, geografía, griego y estudios bíblicos, además de practicar deportes como el tenis y el hailes, un juego de pelota escocés.
Joseph Bell en la escuela de medicina
Desde joven, Joseph Sabía que quería estudiar medicina. Según Sherlockian, el bisabuelo de Joseph fue Benjamin Bell, un destacado cirujano adelantado a su época y que aportó significativamente al campo médico. Joseph asistió a la escuela de medicina en Holanda, pero finalmente decidió continuar sus estudios en la Universidad de Edimburgo.
La Universidad de Edimburgo se ajustaba a sus intereses, valorando sus programas filantrópicos y la atención que brindaba a los pobres. Además, era uno de los pocos hospitales que contaba con un asilo, algo inusual en esa época. Según Absolute Crime, Bell sirvió como asistente de enseñanza del cirujano Dr. James Syme, ayudando en la preparación del quirófano y en las operaciones. La metodología de enseñanza de Syme, que permitía a los estudiantes observar las cirugías, afinó las habilidades de Bell. Se graduó en medicina con 21 años, en 1859.
Comenzó su carrera en el campo médico como cirujano en el Infirmary Real de Edimburgo y luego fue profesor en la misma universidad, impartiendo clases de cirugía, según Undiscovered Scotland.
Las habilidades extraordinarias de observación del Dr. Joseph Bell
Como profesor, el Dr. Bell buscaba inculcar en sus estudiantes la habilidad del razonamiento deductivo. Era un observador excepcional y podía determinar los problemas médicos de los pacientes y otros datos básicos solo con mirarlos o con preguntas superficiales. Observaba su forma de andar, sus manos y sus gestos para deducir su ocupación o el motivo de su consulta, según Sage Journals.
Además, Bell es conocido como uno de los responsables del nacimiento de la ciencia forense, que utilizaba técnicas de observación para resolver crímenes o recopilar evidencias en escenas del delito, de acuerdo con Crime Traveller. Incluso existen informes que sugieren que Bell fue llamado a colaborar en las investigaciones de los asesinatos de Jack el Destripador.
En 1877, Arthur Conan Doyle conoció al Dr. Joseph Bell cuando ingresó como estudiante de medicina y trabajaba como asistente de Bell. El doctor consideraba a Doyle uno de sus mejores alumnos, y mencionaba que tenía un gran interés en todo lo relacionado con el diagnóstico. En una carta, Doyle reconoció a Bell como la inspiración para su personaje más famoso, Sherlock Holmes, afirmando: «Es a ti a quien debo Sherlock Holmes… sobre el centro de deducción, inferencia y observación que te inculcaste, he intentado construir un hombre».