Trump no supera el historial cinematográfico de este presidente

Historia
Estados Unidos
Donald Trump con traje y corbata

Cuando Donald Trump irrumpió en el poder en 2016 lo hizo impulsado por un aura de celebridad que había cultivado durante décadas frente al público. Mientras otros empresarios se limitan a eventos corporativos, Trump expandió su presencia más allá del sector inmobiliario que le dio gran parte de su fortuna, transformando la organización Trump en una marca de estilo de vida centrada en su propia fama. Sin embargo, su éxito en Hollywood no se acerca al de otro presidente de Estados Unidos: Ronald Reagan.

A lo largo de los años, Trump se convirtió en una cara familiar del mundo del entretenimiento, con apariciones en varias películas antes de orientarse hacia la televisión de telerrealidad. Puede parecer sorprendente que un aspirante a presidente venga del espectáculo en lugar de la política, pero no es la primera vez: Reagan, elegido presidente en 1980 y reelegido en 1984, también fue una figura conocida para el público estadounidense, con una extensa carrera cinematográfica que supera con creces la filmografía de Trump.

El presidente Reagan, exestrella de cine

Ronald Reagan con sombrero alzado en ropa de exteriores

Ronald Reagan llegó a Hollywood a finales de la década de 1930, realizando una prueba de cámara para los estudios Warner Brothers tras arribar a California con el equipo de béisbol Chicago Cubs, para el cual hacía transmisiones de radio de los partidos. Atractivo y afable en pantalla, fue una figura destacada en los llamados filmes de serie B durante los años 40 y 50, y protagonizó películas realizadas para el ejército que implicaban que había ido al extranjero a combatir (no lo hizo; permaneció en California rodando esas películas).

Su carisma y posición en la industria cinematográfica le llevaron a presidir el Screen Actors Guild en 1947, cargo que ocupó hasta 1952. Durante ese periodo compareció como testigo ante la House Un-American Activities Committee, que intentaba erradicar la simpatía comunista en el cine y otros ámbitos. Reagan fue liberal y demócrata en su juventud, siguiendo las afinidades de su padre, admirador de Franklin Roosevelt y del New Deal. Sin embargo, al envejecer se volvió más conservador y en los años 50 apoyaba a políticos republicanos.

En los años 60 dio el salto a la política, proyectándose, pese a su pasado como estrella de cine, como un hombre común cansado del panorama político. Fue gobernador de California entre 1967 y 1975, y ya en 1968 intentó la nominación presidencial republicana; para entonces había protagonizado 53 películas, la última de ellas «The Killers» en 1964.

La obsesión de Trump por aparecer en películas

Aunque Donald Trump no se volcó plenamente en la política hasta el siglo XXI, ya tanteó la posibilidad desde 1987, posicionándose como un posible futuro presidente que devolvería a Estados Unidos su prestigio. Y para construir su marca personal no recurrió a foros políticos, sino al mundo del entretenimiento.

En los quince años siguientes, Trump apareció en al menos 10 largometrajes, los más conocidos siendo «Home Alone 2: Lost in New York», en el que da indicaciones al personaje de Macaulay Culkin en un hotel de Nueva York, y la comedia del mundo de la moda «Zoolander», protagonizada por Ben Stiller. También participó en títulos menos recordados, como el fracaso de 1989 «Ghosts Can’t Do It».

En casi todas las ocasiones interpretó a sí mismo, o a un personaje muy semejante, y según personas que trabajaron con él en esos rodajes, parecía dispuesto a aceptar cualquier papel siempre que apareciera como Donald Trump. Para él, reiterar al público que era un empresario rico y exitoso era el objetivo principal, aun cuando la película tuviera guion.

La televisión también fue una plataforma clave

Donald Trump y su familia en The Apprentice de NBC

Las apariciones de Trump en películas en las que interpretaba un papel similar a su persona ayudaron a consolidar su imagen como magnate empresarial. Pero no fueron el único medio que aprovechó desde finales de los 80. Así como Reagan ya ocupaba los salones de los estadounidenses en los 50 al presentar la serie dramática «General Electric Theater», Trump multiplicó sus apariciones en televisión.

Muchas fueron cameos en series como «The Fresh Prince of Bel-Air», «Sex & The City» y «The Nanny», donde se interpretaba a sí mismo. También concedió numerosas entrevistas televisivas, por ejemplo en «Larry King Live», en las que dejó claras sus aspiraciones políticas. Su primer intento de llegar a la presidencia, como candidato del Reform Party en 2000, fracasó. Pero un hito televisivo elevó todavía más su perfil: en 2004 firmó para protagonizar «The Apprentice» en NBC, un reality en el que contrataba —o más bien despedía— a aspirantes a empresarios. Fue un éxito enorme y se mantuvo 15 temporadas hasta 2017. Para muchos, ese programa fue la plataforma que le permitió llegar a la Casa Blanca, presentándose como un negociador implacable capaz de aplicar su supuesta experiencia empresarial en beneficio del país.

La relación de Trump con Hollywood se ha deteriorado

Donald Trump hablando con la prensa con el cuello de la camisa abierto

No obstante, aunque Trump mantuvo conexiones con Hollywood durante los 80 y 90 y conserva algunos partidarios famosos en la industria, como Sylvester Stallone, Mel Gibson y James Woods, en general su relación con el mundo del cine se ha roto tras su llegada al poder. Numerosas celebridades de primer nivel se manifestaron en su contra y en contra de las políticas de su administración.

Rosie O’Donnell, Mia Farrow, Richard Gere y Jane Fonda expresaron abiertamente su oposición. En septiembre de 2025, más celebridades, entre ellas Robert De Niro, Meryl Streep y Ben Affleck, firmaron una carta abierta criticando su manejo de los comentarios de Jimmy Kimmel, cuyo programa fue retirado del aire tras el asesinato del partidario de Trump Charlie Kirk.

Característicamente, Trump ha atacado públicamente a sus detractores famosos, criticándolos y descalificando a la industria cinematográfica estadounidense en mensajes en su plataforma Truth Social. Según el Los Angeles Times, llegó a decir: «The Movie Industry in America is DYING a very fast death. Hollywood, and many other areas within the U.S.A., are being devastated.» Su plan de imponer aranceles del 100% a películas extranjeras ha dividido aún más y alarmado a la industria. Si Trump volverá a aparecer en otra película, está por verse.

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