¿Alguna vez has sentido temor al adelantar un camión semirremolque gigante en la autopista? O quizás tienes nervios de acero y no te molesta sentir cómo tu pequeño sedán se balancea por las ráfagas de aire que recorren a ambos lados de esa inmensa y metálica máquina mortal. Pero, ¿qué pasa si ese camión tiene ruedas con puntas afiladas? Lo único que podemos decir es: 1) Mantén la distancia, 2) No te quedes en sus puntos ciegos y, 3) No pienses que podrías ganar en una competencia de ruedas con pinchos contra esa bestia de la carretera.
Las ruedas con púas en los camiones semirremolque no son tan locas como parecen. Pero son reales, aunque quizás no las hayas notado. Y para aclarar, son las ruedas, no las llantas o las tapas centrales, las que llevan las púas. Los términos pueden confundirse aquí, ya que algunos sitios se refieren a “llantas con púas”, aunque en realidad no son las llantas las que están punzadas, sino las ruedas. Las llantas son los bordes delgados exteriores, mientras que la rueda del vehículo incluye todas las partes que no son la llanta. Y las púas sobresalen directamente de las tuercas de rueda que conectan la rueda con el eje. Es decir, las púas son cubiertas para las tuercas, nada más. Son como tatuajes tribales: innecesarios, quizás, pero más interesantes que nada. Además, al cubrir la tuerca protegen el elemento que mantiene la rueda y la neumático conectados al vehículo.
¿Por qué cubrir las tuercas con púas? La respuesta radica en que, en los camiones, estas piezas enfrentan mucho desgaste porque los vehículos recorren distancias kilométricas en condiciones adversas, expuestos a la lluvia, la nieve, la sal en las carreteras y la suciedad. La corrosión en las tuercas puede ser peligrosa, por eso se usan estas cubiertas con púas, que además actúan como advertencia visual para otros conductores. Las púas llaman la atención y alertan a quienes vienen detrás de que deben mantener distancia y evitar los puntos ciegos del camión grande. Esto es especialmente importante en camiones con remolques largos, ya que su tronco visual es muy limitado. La parte trasera puede tener un punto ciego de hasta 9 metros, y la vista frontal también puede ser restringida por hasta 6 metros. Así que, sí: hay que respetar esas púas y no asumir que el conductor sabe exactamente dónde estás. Las autopistas ya son bastante peligrosas como para no prestar atención a esas señales.
Pero, ¿por qué cubrir las tuercas con púas y no con otra cosa? ¿Por qué no con cabezas de conejo de goma rosa o bombillas fluorescentes? Las púas o cuchillas en las ruedas no son algo nuevo. En el libro del siglo IV a.C. “La Cristiada”, el filósofo griego Jenofonte hablaba de carros en combate en los que los conductores “se paran en torres de madera y las partes de su cuerpo… protegidas por esas torres, llevan corazas y cascos; y las almas de acero se fijaban en los ejes”, según la Universidad de Chicago. Aunque no se puede saber si esa historia es cierta, muestra que la idea de ruedas armadas tiene raíces antiguas. Sin embargo, no hay registros claros de que los romanos usaran carros con cuchillas en combate. Sorry.
En definitiva, las púas en las ruedas también cumplen una función estética: lucen impresionantes. Quizás incluso más que una cabeza de conejo de goma rosa. Aunque solo entre el 10% y el 15% de los semirremolques son propiedad de particulares y no de empresas, los camioneros que conducen en vehículos de propiedad propia suelen personalizarlos a su gusto. Desde calcomanías en laptops hasta pinturas extravagantes en motocicletas, siempre que el camión cumpla con los requisitos legales de ancho y las especificaciones para las púas, estos conductores pueden decorarlo como prefieran. Entonces, ¿por qué no agregar púas? Puede resultar divertido ver cómo esos pequeños sedanes se estremecen al ver tu camión decorado con púas afiladas, y quizás hasta provocarles un poco de miedo o asombro.