Hagamos un repaso rápido de nuestro conocimiento general sobre los amish. Primero: muchos viven en Pensilvania. Segundo: han perfeccionado el arte no solo de la carpintería, sino también de gestionar negocios boutique de artesanía en madera. Tercero: los hombres llevan barba. Cuarto: las mujeres no cortan su cabello. Y quinto: como escribió Weird Al en su parodia clásica de 1996, «Paraíso Amish», evitan cosas lujosas como la electricidad, tonto. ¿Correcto? Correcto. Luego existe este dato curioso que circula en Internet: los amish tienen mala higiene dental y sus mujeres se arrancan los dientes a capricho. ¿Es esto verdad? Dicho así, no. Pero en ciertos aspectos, sí.
El cuidado dental en la comunidad amish provoca un interés extraño en las redes sociales. Existen artículos que acusan directamente a los padres amish de negligentes por no cuidar los dientes de sus hijos. Hay un artículo ya desaparecido de Cambridge titulado «¿Por qué las mujeres amish tienen dientes perfectos?». También hay estudios académicos publicados en varias revistas sobre las prácticas dentales de los amish en la Biblioteca Nacional de Medicina y un artículo de 2018 en ResearchGate que analiza la relación entre la pérdida de dientes y la obesidad en mujeres amish. Incluso hubo una adolescente llamada Rebecca en el programa de telerrealidad «Breaking Amish» cuya familia le extrajo todos los dientes a los 19 años. Esto alimentó rumores de que los amish castigan a sus hijos con la extracción dental.
Entonces, ¿qué hay de cierto con que los amish, y específicamente las mujeres amish, se extraen los dientes? La verdad es que sí, los amish suelen perder dientes más pronto que los no amish. Pero no es una decisión al azar. Es una cuestión de frugalidad, de rechazo a la vanidad, de confianza en remedios caseros y, en definitiva, de una práctica totalmente consciente.
Son conscientes del dinero
Imagina esta situación: vives alejado de la modernidad, salvo en aquellas formas que no contravienen tus preceptos religiosos. Tienes fincas, a veces bastante grandes, y utilizas herramientas tradicionales, sin motores, con caballos para labrar la tierra. Generas ingresos con estas fincas, y también por la carpintería, la producción textil, productos horneados y similares. Algunos de tus pares son bastante acomodados, pero la media de ingresos por hogar para la mayoría, incluidos tú, ronda los 42,000 dólares. Además, cada familia suele tener entre siete y ocho hijos y no tienes seguro médico. Supón ahora que uno de esos hijos enferma o le duele un diente. ¿Gastaría cientos o miles de dólares en arreglar una caries cuando quizás en una semana surja otra? La realidad es que para la mayoría de los amish, los hombres y mujeres, viejos y jóvenes, no es económicamente factible hacerse cargo de cada diente que se enferma. Por eso, practican una atención preventiva, pero si un diente está en muy mal estado y causa dolor, lo más probable es que lo saquen. Esto puede parecer extraño para las personas modernas, pero para los amish, perder uno, varios o incluso todos los dientes no es un gran problema.
No buscan cultivar la vanidad
¿Qué pensarán los amish de la vanidad moderna, tan absurda y centrada en la apariencia, especialmente en las redes? No hay que preguntarlo demasiado, viven con valores de modestia, sencillez, humildad y devoción a su fe. Su estilo de vestir y su modo de vida reflejan esto. Las mujeres amish hacen su propia ropa con materiales sencillos, evitando colores llamativos y diseños ostentosos. Los hombres visten pantalones y camisas humildes, frecuentemente sin botones, que deben comprarse. Las mujeres, en general, no usan maquillaje, mantienen el cabello largo, lo atan en un moño y usan mantillas o bonetes.
Para entender mejor, ¿por qué muchas personas acuden a limpiezas dentales y tratamientos para las caries? La respuesta más común: quieren eliminar el dolor. Pero muchas veces, el diente dañado se puede extraer para aliviar esa molestia, por lo que el alivio del dolor no es la única razón. Además, no necesitas toda tu dentadura para masticar correctamente. Algunos pueden querer conservar todos sus dientes por razones de salud, es cierto. Pero, en esencia, los amish prefieren, según las Reglas Amish, que «priorizan la función sobre la apariencia en el cuidado dental». Si un diente está mal, simplemente lo sacan, y ahí termina.
Confían en remedios caseros
Ya hemos mencionado que los amish no tienen seguro médico. Esto no significa necesariamente que no acudan al médico, pero sí que prefieren opciones alternativas cuando pueden. En la comunidad de Holmes, Ohio, todos pagan mensualmente entre 90 y 110 dólares para un fondo común destinado a cubrir gastos médicos. Sin embargo, los dientes parecen ser prioridad menor que otras complicaciones de salud serias (aunque la falta de dientes puede ocasionar problemas de salud, como afecciones cardíacas).
En vez de acudir al dentista, los amish usan remedios caseros a base de plantas y métodos no farmacológicos para tratar problemas dentales. Por ejemplo, en The Amish Trading Post hay un remedio que combina ingredientes naturales como cáscara de nogal negro, comfrey, corteza de roble blanco, raíz de malvavisco, hoja de menta, shavegrass y alcohol. Se ponen unas gotas en agua y se bebe en las comidas o antes de dormir para aliviar el dolor de muelas. Aunque estos remedios alivian el dolor, no solucionan los problemas dentales profundos. Cuando el problema es grave o un diente no tiene remedio, lo mejor es la extracción.
