El asesinato de la scout girl Margaret «Peggy» Beck en 1963 permaneció sin resolver durante más de cinco décadas hasta que, finalmente, un avance en la investigación llevó a la captura del sospechoso. El 18 de agosto de aquel año, a los 16 años, Beck fue encontrada muerta en su tienda durante un campamento de las Girl Scouts. Había sido miembro del grupo desde los 9 años y esa misma temporada fue promovida a consejera del campamento Flying G Ranch, cerca de Deckers, Colorado.
La noche del asesinato, la compañera de tienda de Peggy estaba en la enfermería del campamento debido a una enfermedad, dejando a Peggy sola en su tienda durante la noche. A la mañana siguiente, al no verla en el desayuno, la compañera regresó y encontró el cuerpo de Peggy. Según información de Oxygen, Peggy fue violada y asfixiada hasta la muerte.
Se inició una investigación exhaustiva y agresiva, pero sin resultados durante años. Los detectives volvieron a revisar el caso varias veces, y en 2007 lograron construir un perfil de ADN que enviaron a una base de datos nacional. Sin embargo, la investigación quedó en pausa durante una década hasta que, en 2020, lograron resolver el caso.
La identificación del sospechoso mediante décadas de investigación genética
Tras 56 años del asesinato, los investigadores del condado de Jefferson, Colorado, lograron resolver el caso gracias a pruebas de ADN. A partir de muestras extraídas de debajo de las uñas de Peggy, construyeron un perfil genético que enviaron a una base de datos nacional y compararon con más de un millón de muestras para identificar posibles familiares del sospechoso. Luego, en colaboración con el grupo de investigación genealógica United Data Connect, lograron identificar a James Raymond Taylor en octubre de 2019.
Los investigadores no están seguros de por qué Taylor estuvo en el campamento aquella noche, pero creen que pudo haber estado probando radios que construía en la zona. Se sabe que tanto él como Peggy vivían en Edgewater, Colorado, en ese período. La familia de Taylor colaboró con la investigación, aunque comentó que, según su última información, en 1976 vivía en Las Vegas. Según Oxygen, Taylor tiene antecedentes criminales por incidentes ocurridos entre 1972 y 1974. Hoy tendría 80 años, pero no está claro si aún está vivo.
Las hermanas de Peggy, las tres aún con vida, publicaron un mensaje: «Peggy era una joven hermosa que amaba la vida. Era amorosa y protectora con su familia y atesoraremos sus recuerdos para siempre» (vía Denver Post).
