No es una exageración afirmar que el Dr. Stephen Hawking cambió fundamentalmente nuestra comprensión del universo. Cuando fue diagnosticado a los 21 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, los médicos no esperaban que llegara a su 25º cumpleaños.
Hawking les demostró lo contrario, sobrevivió durante décadas mientras su brillante mente exploraba el cosmos, a pesar de no poder moverse ni hablar a medida que avanzaba su enfermedad. Cuando falleció el 14 de marzo de 2018, a los 76 años, fue considerado uno de los mentes más grandes de su generación, abriendo los misterios del universo como ningún científico antes que él. Sin embargo, Hawking nunca se consideró un genio supremo. En una de sus últimas entrevistas, con Piers Morgan para Good Morning Britain, le preguntaron si creía que era una de las personas más inteligentes del mundo. No lo afirmaría nunca, respondió. Las personas que presumen de su coeficiente intelectual son perdedores.
Esta entrevista tuvo lugar aproximadamente 12 meses antes de su muerte, un período característicamente activo para él, en el que continuó sus investigaciones, concedió numerosas entrevistas e incluso realizó algunas apariciones en la cultura popular, incluyendo videojuegos y una serie de televisión famosa. Sin embargo, hay muchos aspectos que aún no son bien conocidos acerca de Hawking, especialmente los últimos meses de su vida. Para descubrir más, a continuación te ofrecemos una ventana para entender cómo fue el último año de Stephen Hawking.
Advirtió a la humanidad: solo tenemos 100 años para encontrar otro planeta habitable
Mientras Hawking exploraba los secretos del cosmos con su mente, también era muy consciente de lo que sucedía en nuestro planeta. Debido al cambio climático, el impacto de asteroides que ya estaban atrasados (tras los mayores impactos en la historia de la Tierra), el rápido crecimiento poblacional y los peligros de una pandemia mortal o una guerra nuclear, Hawking opinaba que la humanidad estaba en peligro de extinción. Dado que predijo un fin para el mundo, sugirió que deberíamos estar preparados para abandonar la Tierra y buscar otro planeta para vivir, ya que el reloj estaba corriendo.
Lo expresó en la serie televisiva de 2017 para BBC Two, titulada Stephen Hawking: Expedition New Earth. Estoy convencido de que los humanos necesitan abandonar la Tierra y crear un nuevo hogar en otro planeta, afirmó en la serie. Quedarse implica riesgos de aniquilación. Para ello, había que prepararse en los próximos 100 años para un éxodo masivo, explicaba.
Con la ayuda de la experta en ingeniería Danielle George y del físico Christophe Galfard — quien fue alumno suyo — la serie exploraba las posibilidades prácticas de trasladarse a otro planeta, revelando investigaciones de vanguardia que mostraban que esa meta podría estar más cerca de lo que la mayoría pensaba.
Hawking temía que no fuera bienvenido en Estados Unidos durante la presidencia de Trump
La reputación de Hawking era conocida internacionalmente. Su historia se hizo famosa en la película biográfica de Hollywood The Theory of Everything, donde el actor Eddie Redmayne interpretó su papel principal. Como figura pública, era tan reconocido en la cultura popular como en la academia. Esto lo llevó a viajar por todo el mundo, incluyendo frecuentes visitas a Estados Unidos.
Tras la elección de Donald Trump en 2016, Hawking expresó su preocupación por si sería todavía bienvenido en el país debido a su franca opinión sobre el nuevo presidente. Tengo muchos amigos y colegas allí y en muchos aspectos admiro ese país, pero temo que no sea bienvenido, afirmó en una entrevista con Piers Morgan. La inquietud era justificada: el año anterior, Hawking había calificado a Trump de manera despectiva cuando lo cuestionaron sobre su popularidad en EE.UU. No puedo, dijo respecto a Trump en otra aparición en Good Morning Britain. Es un demagogo que parece apelar al menor común denominador.
Presta su voz a un videojuego de Futurama
Entre las múltiples apariciones de Hawking en la televisión, destacan The Simpsons y Futurama, ambos creados por Matt Groening. Hawking se declaró fanático de esta última, participando en varios episodios a lo largo de la serie.
En junio de 2017, Hawking compartió en una publicación de Facebook su entusiasmo por Futurama: Worlds of Tomorrow, un videojuego móvil que llegaría el 29 de junio. En el video, aparece junto a versiones animadas de la estrella de Star Trek, Neil deGrasse Tyson, y Bill Nye, el Científico. En una charla en la Comic Con de Nueva York en 2023, el co-creador de Futurama, David X. Cohen, recordó que Hawking grabó su voz para el programa en una visita a Caltech, en lugar de enviar un archivo. Lo hizo en su casa, con un equipo de grabación y un espejo en cada superficie para poder ver en todo momento qué estaban haciendo.
Su última aparición como invitado fue en The Big Bang Theory
En verano de 2017, Hawking participó en su séptima y última aparición en The Big Bang Theory. Su primera aparición fue en 2012 y desde entonces participó en cada temporada. Quiso experimentar personalmente en grabaciones, y no simplemente enviar una línea de voz por teléfono. El creador Chuck Lorre explicó que toda la participación fue programada para ser activada por un sintetizador de voz, pero Hawking prefería programar y activar sus líneas él mismo, para “actuar”.
En el episodio en que Sheldon (Jim Parsons) busca la bendición de Hawking para proponerle matrimonio a Amy (Mayim Bialik), aparece a través de su laptop, con un consejo humorístico: “Creo que deberías hacer que su dedo parezca Saturno y ponerle un anillo”.
Al finalizar la temporada, el episodio tributo que no se emitió en vivo pero sí en línea, mostró a Amy y Sheldon recibiendo como regalo póstumo de Hawking un reloj de bolsillo con una inscripción: “Me alegro de que te hayas casado con Amy. Ya era hora. Jaja. Con amor, Stephen”.
Cambridge celebra su 76º cumpleaños con homenaje especial
El 8 de enero de 2018, Hawking cumplió 76 años. El verano anterior, Cambridge organizó una festividad en su honor, con ponentes como el físico Brian Cox, la científica Gabriela González y el ex director del Trinity College en Cambridge, Martin Rees. En la última intervención, Hawking rememoró cómo fue que se dio cuenta de su diagnóstico de ELA en una caída en hielo con su madre, que le hizo inicialmente deprimirse. Sin embargo, tuvo una revelación: “Mientras hay vida, hay esperanza”. Con humildad, concluyó diciendo: “Nuestra visión del universo ha cambiado mucho en los últimos 50 años, y me alegra si he contribuido en algo”. Finalizó con palabras para inspirar a todos: “Recuerda mirar a las estrellas y no hacia abajo, sé curioso, y aunque la vida sea difícil, siempre hay algo que puedes lograr”.
Alerta sobre la inteligencia artificial
Hawking fue un defensor de la inteligencia artificial, pero también alertó sobre sus peligros potenciales. En marzo de 2017, en una entrevista con The Times, propuso que para evitar que la IA se salga de control, sería necesario un sistema de gobernanza mundial, aunque advirtió que tal control podría derivar en una dictadura global. En otra entrevista en noviembre, su preocupación creció: temía que la IA reemplazara totalmente a los humanos, creando una forma de vida superior. En una conferencia en Lisboa, alertó que el éxito en la creación de IA efectiva podría ser lo más importante — o lo peor — en la historia de la civilización, ya que aún no podemos saber si nos beneficiará o nos perjudicará.
Su última entrevista y predicción: fin del universo
En las semanas previas a su muerte, Hawking terminó un artículo titulado «Una salida tranquila de la inflación eterna», en el que predijo que el universo terminará cuando la energía que alimenta las estrellas se agote. También afirmó que en el futuro, los humanos podrán descubrir dimensiones paralelas a través de viajes espaciales, lo que ampliaría nuestro conocimiento del cosmos. Además, diseñó una fórmula matemática para poner a prueba la teoría del multiverso.
Su coautor, el profesor Thomas Hertog, consideró que esta última publicación fue su mayor logro académico. «Era Stephen: ir donde ‘Star Trek’ temía llegar», sostuvo. Creía que, si Hawking hubiera vivido, habría ganado un Nobel, premio que no se otorga póstumamente.
Un acto final de bondad antes de partir
El funeral de Hawking se realizó en Cambridge, y algunos meses después, en la Abadía de Westminster en Londres, hubo un homenaje a su vida. Sin embargo, en el día de su funeral en Cambridge, se organizó también un almuerzo de Pascua patrocinado por FoodCycle, que ayuda a las personas necesitadas. En un cartel, se leía: “El almuerzo de hoy es un regalo de Stephen”, financiado por su familia. La organización ayuda a quienes atraviesan momentos difíciles, usando alimentos donados y aprovechados que, de otra forma, se desecharían.
Asimismo, su última obra, publicada en octubre de 2018, fue «Respuestas breves a las grandes preguntas», un recopilatorio de sus respuestas a las preguntas más frecuentes. En ella, Hawking afirmó que no hay Dios, y explicó que la ciencia puede explicar casi todo sin necesidad de una deidad. También habló sobre la vida inteligente en otros planetas y la posibilidad de viajar en el tiempo en el próximo siglo.
Su hija Lucy Hawking comentó que su padre consideraba importante contestar esas preguntas, y que su obra refleja su deseo de aclarar las dudas del público.
Su último artículo científico póstumo
Antes de su fallecimiento, Hawking trabajaba en un artículo llamado «Entropía de los agujeros negros y cabello suave». Fue terminado por sus colegas y publicado en octubre de 2018. En este trabajo, abordó la eterna pregunta de qué sucede con la información cuando un objeto cae en un agujero negro. Basándose en las ideas de Einstein, Hawking propuso que los agujeros negros eventualmente se evaporan y desaparecen, lo que contradice la ley cuántica que afirma que la información nunca se pierde. El profesor Malcolm Perry, coautor del trabajo, explicó que la publicación no resuelve el problema, sino que marca un paso para futuros científicos hacia su solución. Aún hay enigmas por resolver, pero Hawking dejó una pista para avanzar.