Diez Artefactos Bizarros Descubiertos en Pompeii
En el año 79 d.C., el volcán Vesubio entró en erupción de repente, cubriendo la cercana ciudad de Pompeii y algunos pueblos menores con ceniza, piedra pómez y gases calientes, causando la muerte de numerosos habitantes y sellando sus hogares y pertenencias bajo metros de escombros.
Aunque la ciudad había sido redescubierta anteriormente, las excavaciones sistemáticas no comenzaron hasta principios del siglo XIX, marcando el inicio de la arqueología moderna. Desde entonces, las excavaciones han progresado con interrupciones, como la Segunda Guerra Mundial. Pompeii ofrece una mirada inigualable a la vida cotidiana de los romanos, preservando en su estado original una instantánea de un día en una ciudad romana que, pese a su trágico final, empezó como cualquier otra.
Mientras algunos misterios sobre Pompeii permanecen, el sitio, lleno de objetos cotidianos y restos humanos, ha respondido muchas preguntas acerca de la vida romana. Entre los artefactos descubiertos, hay algunos realmente extraños, que revelan tanto la humanidad compartida con los moderns como las diferencias con el mundo actual.
Pan
Probablemente esté un poco duro, pero hay que decir que tienen casi 2000 años — son panes quemados que se encontraron en Pompeii. Relics orgánicos como la comida son raros en sitios arqueológicos, ya que suelen descomponerse o ser consumidos por animales. La intensidad del calor de los gases que invadieron la ciudad rápidamente carbonizó el pan, impidiendo su descomposición y ahuyentando a los insectos. Así, podemos tener una visión más humana de la rutina diaria del romano común.
El pan hallado en Pompeii corresponde al tipo conocido como panis quadratus, un tipo de masa de fermentación natural popular en la región en aquel entonces. Pesaría cerca de 1.3 kg y probablemente estaba hecho de harina de trigo simple, tal vez con aditivos como miel, semillas y hierbas. Se presume que el agujero central tenía una cuerda pasada por él, quizá para facilitar el transporte o dividirlo en porciones. Los historiadores de la alimentación han replicado la receta, describiéndolo como un pan integral masticable y adecuado para acompañar sopas otoñales.
Vidrio
Los romanos fueron expertos en fabricar y consumir productos de vidrio, y muchos relics han sido desenterrados en Pompeii. Aunque el vidrio se produjo y trabajó en el Mediterráneo desde tiempos antiguos, la industria romana se desarrolló rápidamente en el siglo I. Tras su auge, el vidrio se distribuyó por todo el imperio y hacia socios comerciales. La presencia de vidrio en sitios arqueológicos no es rara, pero los objetos intactos en Pompeii son especialmente valiosos.
Un ejemplo notable y también irónico es una urna azul con cenizas humanas, enterrada junto con monedas para pagar al difunto en el más allá. El vidrio fue omnipresente en la vida cotidiana, en vasos, frascos y ventanas, que acababan de ser inventadas. Pompeii fue un centro de fabricación de perfumes y necesitaba frascos de vidrio para almacenar y transportar sus productos. Estudios químicos indican que existía un sistema de reciclaje del vidrio y talleres especializados en vidrio soplado, una innovación del Levante en aquel tiempo.
Arte erótico
Una curiosidad llamativa respecto a los romanos antiguos es que amaban y se divertían con el sexo. Muchas paredes de Pompeii están decoradas con frescos que muestran actos sexuales, con niveles de técnica y explícitud variados. Van desde escenas relativamente discretas (heterosexualidad en posiciones convencionales) hasta momentos más escandalosos: orgías, figuras míticas con animales, homosexualidad y escenas de orgías, junto con varios falos disembarcados.
Estas obras adornaban tanto viviendas privadas como edificios públicos, incluyendo baños y burdeles. En los burdeles, los frescos podrían haber servido como estímulo o incluso como anuncios, mientras que en los baños, decoraban y ejercían un efecto visual, además de marcar lugares donde los bañistas podían dejar su ropa. La presencia de escenas eróticas en hogares privados revela un aspecto humano complejo y saludable: la apertura hacia la sexualidad.
Una parte de las obras eróticas halladas en Pompeii se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, donde estuvieron ocultas durante casi 150 años y que fue abierto al público en 2000, con cierta censura previa.
Recipientes para Garum
En contraste con la industria perfumística, Pompeii también producía garum, una salsa fermentada hecha de pescado que los romanos adoraban y exportaban. Se parece a la salsa de pescado asiática y en Italia aún se produce la colatura de alici, una salsa de anchoas fermentadas. El resultado—una mezcla umami de pez, sol y tiempo—era muy popular en la mesa romana, aunque su producción fue prohibida en algunos lugares por el olor. La fabricación de garum en Pompeii generó comercio y prestigio gourmét. Se elaboraba con diferentes especies de pescado, y a veces se añadían vino, vinagre y miel para variar los sabores.
Un ejemplo de su consumo es la casa de Aulo Umbricio Scauro, un libertino rico cuya vivienda fue excavada. En el suelo del atrio, se conservan mosaicos que muestran frascos de esta salsa, en cercanía a las ánforas teracota que contenían garum en algún momento. Aunque el olor se ha disipado con el tiempo, la evidencia de su importancia en la gastronomía romana permanece.
Graffiti
Muchos imaginan Roma como una ciudad de mármol blanco, ordenada y limpia. Pero los hallazgos en Pompeii nos recuerdan que los romanos eran tan humanos como nosotros y que les gustaba escribir o rasguñar grafitis en las paredes. Muchos de estos graffiti expresan desde mensajes políticos, declaraciones de amor, hasta insultos o anónimas quejándose por lo que fuera. Algunos advirtieron sobre no defecar o fornicar cerca, otros presumían de relaciones sexuales o la pérdida de la virginidad, y algunos simplemente dejaban notas como “fulano estuvo aquí”.
Estos graffiti son valiosos para los estudios históricos, pues ofrecen una ventana directa a la mentalidad y vida cotidiana del romano común, y han dado lugar a mapas interactivos de Pompeii y Herculano.
Herramientas quirúrgicas
Las herramientas quirúrgicas encontradas en Pompeii ofrecen una visión, aunque a veces inquietante, de cómo se practicaba la medicina en la antigüedad. La mayoría se hallaron en la Casa del Cirujano y en otros lugares, hechas principalmente de aleaciones de cobre, aunque sin conocimiento de la germ theory. Algunas tenían propiedades antimicrobianas por el cobre. Entre los instrumentos se incluyen especulums vaginales similares a los usados hoy, bisturís, osteótomos, copas para la sangría y kits de cauterio, además de sondas, pinzas, tijeras y enemas reutilizables. La crudeza de algunos instrumentos hace pensar que muchas prácticas eran bastante rudimentarias.
Ropa y alimentos de otoño
Un siglo después de la erupción, el historiador Tácito escribió a Plinio el Joven sobre la catástrofe. La famosa carta relata los esfuerzos de su tío Plinio el Viejo por salvar a los atrapados y describe su muerte por asfixia por gases. Sin embargo, en 2018, un graffiti de carbón fechó la explosión en octubre, en lugar de agosto, sugiriendo que ocurrió en otoño. La confusión en las fechas se debe a que el calendario romano consideraba octubre como el octavo mes, y las variaciones en las copias del relato generan este debate histórico.
Infraestructura de agua
Pompeii contaba con un avanzado sistema de gestión de agua, que incluía cisternas para recolectar la lluvia y un acueducto que transportaba agua desde una fuente a 94 km de distancia. Esto permitió a los habitantes disfrutar de agua potable en sus hogares y espacios públicos, con fuentes, baños y, en algunos casos, inodoros de tipo antiguo. Sin embargo, muchos de los caños estaban hechos de plomo, un material fácil de trabajar pero altamente tóxico, que causaba riesgo de contaminación.
Barra de comida rápida
Los pompeyanos con prisa podían disfrutar de comidas rápidas en los thermopolia, pequeños puestos de comida que ofrecían alimentos sencillos y rápidos. Se han hallado restos de granos, quesos, aceitunas, pescados, pollo, caracoles y más. El vino era el acompañamiento habitual, generalmente diluido. Aunque la palabra thermopolium no era la preferida por expertos, se ha popularizado para estos locales, aunque algunos académicos prefieren usar términos como taberna o popina.
Restos humanos
Los hallazgos más impactantes son los restos humanos en forma de siluetas fosilizadas. Estos moldes de yeso fueron creados al rellenar los espacios vacíos en la ceniza con yeso líquido, reproduciendo las posturas finales de las víctimas. Muchos de estos moldes muestran personas en fuga, en las cocinas, o escondidas, mostrando la humanidad de los habitantes en sus últimos momentos. Actualmente, se siguen creando nuevos moldes, y algunos podrían contener huellas de ADN, permitiendo investigaciones genéticas sobre los restos.