El éxito en la colaboración suele ser el ingrediente secreto para crear música rock inolvidable. La magia sucede cuando músicos talentosos reúnen su visión y participan en un proceso creativo que produce melodías contagiosas y relatos poderosos para audiencias en todo el mundo. Sin embargo, aspectos como el ego, el dinero, el control artístico, conflictos personales e incluso problemas legales pueden desgarrar estas alianzas y terminar con las relaciones más exitosas.
Desafortunadamente, muchas agrupaciones icónicas han experimentado rupturas que transformaron colegas cordiales en enemigos amargos. Estos conflictos generaron años de tensión, insultos brutales y cambios en las trayectorias de sus carreras, marcando hitos en su historia. Aunque algunos, como los hermanos Liam y Noel Gallagher, lograron reconciliarse para una gira de Oasis, otros siguen guardando resentimientos y rechazan cualquier oportunidad de reunirse. Desde miembros de banda con disputas creativas hasta músicos que se sintieron irrespetados, estos rockeros han decidido no volver a colaborar.
David Gilmour y Roger Waters
Gilmour y Waters fueron las fuerzas creativas de Pink Floyd, una de las bandas más innovadoras del siglo XX. La virtuosidad de Gilmour en la guitarra y la visión conceptual de Waters definieron el sonido progresivo de la banda y dieron origen a álbumes icónicos como «The Dark Side of the Moon» (1973) y «The Wall» (1979). Aunque alcanzaron un éxito enorme, su relación se deterioró por disputas artísticas y tensiones personales. Waters dejó la banda en 1985 y buscó disolver legalmente Pink Floyd, pero sin éxito.
Desde entonces, su relación ha estado marcada por el desprecio mutuo. Han tocado juntos en contadas ocasiones, en 2005 y 2011, pero un futuro colaboración parece improbable. En 2024, Waters manifestó que no volverían a actuar juntos y Gilmour también fue tajante en rechazar cualquier reunión, subrayando la profunda brecha que los separa.
Nikki Sixx y Sully Erna
La animosidad entre el bajista de Mötley Crüe, Nikki Sixx, y Sully Erna, vocalista de Godsmack, comenzó en 2009 durante la gira Crüe Fest 2. Erna se sintió insatisfecho por la forma en que el grupo fue tratado y, en 2011, su canción «Cryin’ Like a B***» fue rumoradamente dirigida contra Sixx. La tensión aumentó en 2014, cuando Sixx afirmó que Godsmack había “rogado” para participar en su show de radio, y posteriormente dijo que no colaborarían en festivales si estaban en cartelera, generando un conflicto que aún persiste, con palabras duras y rechazo mutuo.
John Fogerty y Creedence Clearwater Revival
Los hermanos John y Tom Fogerty, junto a Stu Cook y Doug Clifford, formaron Creedence Clearwater Revival, banda que logró grandes éxitos en los 60 y 70. Sin embargo, las disputas por el control creativo llevaron a la separación en 1972, y desde entonces, John Fogerty se negó a tocar las canciones de CCR con sus excompañeros. Su rencor se vio alimentado por la venta de derechos de la banda por parte de los demás miembros a Saul Zaentz, lo que John consideró una traición a su historia. Aunque CCR fue indujida en el Salón de la Fama en 1993, Fogerty no actuó con ellos en esa ocasión ni en otros eventos importantes, aunque hoy mantienen una relación cercana en lo empresarial.
Johnny Marr y Morrissey
Los íconos del indie de los 80, Morrissey y Johnny Marr, compartieron la autoría de éxitos como «There Is a Light That Never Goes Out». Sin embargo, la ruptura se produjo en 1987, influida por dificultades de gestión y diferencias musicales. Desde entonces, ambos han rechazado colaborar juntos, con Morrissey declarando en 2006 que preferiría comer sus propios testículos antes de volver a reformar The Smiths. En 2024, Marr rechazó una oferta para reunirse con Morrissey, poniendo fin a esa posibilidad.
Stevie Nicks y Lindsey Buckingham
La historia de Fleetwood Mac está marcada por rupturas amorosas y tensiones internas. Nicks y Buckingham rompieron en 1976 y, tras 40 años de controversias, Buckingham fue despedido en 2018. Ambos discuten quién tuvo la culpa, pero Nicks afirmó que no fueron ella quien lo echó, sino que ella misma se apartó por razones de bienestar. Hasta hoy, no han vuelto a actuar juntos y el futuro de una reunión parece remoto.
Jello Biafra y Dead Kennedys
La banda punks Dead Kennedys, pionera en el hardcore, dejó de tocar en 1986 debido a conflictos internos. La disputa alcanzó su punto máximo en 1998, cuando Biafra y su sello fueron demandados por otros miembros por royalties impagos. La batalla legal y los desacuerdos sobre su dirección creativa mantuvieron la tensión, y Biafra no ha vuelto a actuar con ellos, incluso rechazando colaboraciones y reuniones en años recientes.
Peter Cetera y Chicago
Peter Cetera fue un miembro fundador de Chicago, pero abandonó la banda en 1985 por desacuerdos sobre reconocimiento y dirección musical. Se negó a participar en la inducción en el Salón de la Fama en 2016 y ha evitado volver a colaborar con la banda, afirmando que la relación está irreparable y simplemente no hay interés en reunirse. La relación entre ellos permanece tensa y alejada.
Dave Lombardo y Kerry King
Slayer, uno de los grupos más emblemáticos del thrash metal, enfrentó graves conflictos en 2013 cuando Lombardo fue despedido de nuevo por diferencias financieras y de gestión con Kerry King. Desde entonces, Lombardo ha manifestado que no considera volver a tocar con Slayer y ha declarado en 2024 que «Lombardo está muerto para mí», manteniendo una relación rota con King y el resto de la banda.