Reconocida como «La Voz» por el productor discográfico y ejecutivo musical Clive Davis, Whitney Houston es considerada una de las más grandes vocalistas en la historia de la música pop. Sin embargo, las habilidades vocales de la difunta estrella no se limitaban solo a baladas poderosas como «I Will Always Love You» o ritmos alegres como «I Wanna Dance with Somebody». La cantante Faith Evans comentó sobre el talento y el dominio musical de Houston: «Su voz era un instrumento, y ella supo cómo usarla. Con tanta complejidad como alguien que domina el violín o el piano, Whitney dominaba el uso de su voz.»
Houston parecía destinada a alcanzar la grandeza. Con tan solo 14 años, cantaba coros para su madre, Cissy Houston, una cantante aclamada en su propio derecho. Tres años después, apoyaba a Chaka Khan en sus presentaciones. Además, su prima cercana es Dionne Warwick. Con semejante linaje, no sorprende que Whitney Houston se convirtiera en una superestrella.
Pero detrás de esa voz angelical, había demonios en su vida personal. Un matrimonio inestable con la estrella del R&B Bobby Brown y más de una década de abuso de drogas dejaron su carrera en la cuerda floja a principios del siglo. A pesar de sus intentos por revitalizar su carrera, Houston continuó enfrentando problemas con las drogas hasta su trágica muerte en febrero de 2012, con solo 48 años. Antes de fallecer, participó en la remake del musical «Sparkle» de 1976.
Si tú o alguien que conoces está luchando contra problemas de adicción, hay ayuda disponible. Visita la página web de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias o contacta la línea nacional de ayuda de SAMHSA al 1-800-662-HELP (4357).
La última canción de Whitney Houston fue un dúo con Jordin Sparks
«Sparkle» narra la historia ficticia de un grupo de chicas de los años 60 que intentan ingresar a Motown Records y convertirse en estrellas del pop. Parecía apropiado que una cantante de la talla de Whitney Houston apareciera en una película musical ambientada en la comunidad afroamericana de los años 60. En la película, Houston interpreta a la madre de las tres chicas que conforman el grupo musical. Ésta fue la primera película de Houston en 16 años.
En la banda sonora de «Sparkle», la voz de Houston aparece en dos temas. La primera es una versión del himno gospel «His Eye Is on the Sparrow». La segunda canción, «Celebrate», fue una pieza original producida por R. Kelly y un dúo con la estrella del filme, Jordin Sparks. Para Sparks, la oportunidad de trabajar y actuar junto a su ídola fue abrumadora. Ella recuerda: «Ella (Whitney) dice: ‘Ven aquí’. Está de pie, y me pone la cara entre sus manos, y me dice: ‘Eres exactamente lo que buscábamos’, y no pude contener las lágrimas. Ver a esa persona a quien admiro desde toda mi vida diciéndome que soy lo que ella buscaba».
Houston terminó de filmar la película tres meses antes de su muerte, y su voz sonó en la banda sonora apenas cinco días antes de su fallecimiento. Uno de los productores del álbum, Harvey Mason Jr., afirmó que la cantante parecía estar en un buen estado en su último día de grabación.
