De acuerdo, todos conocemos el cliché, ¿verdad? «Chuck Norris bebe napalm para combatir la acidez.» «Chuck Norris puede hablar en Braille.» «La muerte tuvo una experiencia cercana a Chuck.» Esos recuerdos inocentes de la vieja internet, junto con la canción de la serie «Walker, Texas Ranger.» Pero más allá de ser un meme y de las historias de pelea con Bruce Lee en el Coliseo, Norris tiene logros legítimos en su haber. Entre ellos, su cinturón negro, en múltiples disciplinas, y, por supuesto, su condición de veterano.
Así es. Mucho antes de convertirse en una estrella de películas y series de acción, Norris sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Aunque no pilotaba jets supersónicos a velocidades récord, sí cumplió con el rol de agente del orden. Específicamente, en leyes aéreas. Como anticipando su futuro en el cine, Norris ingresó en la policía del aire en 1958 tras terminar la secundaria. La frase de las Fuerzas de Seguridad del Aire actualmente es: «Protegiendo a quienes protegen nuestra nación,» que encarna perfectamente su carácter.
Norris empezó su carrera militar en una base aérea en Arizona, luego fue destinado a la Base Aérea de Osan en Corea del Sur, al sur de Seúl. Es durante su tiempo en esa base cuando empezó a interesarse en las artes marciales. Posteriormente, finalizó su servicio en la Base March en Riverside, California, y fue dado de baja honorablemente en 1962.
No hay muchos detalles sobre su participación específica en el Cuerpo de Policía Aérea. Probablemente, porque Norris enfrentó a los malos antes de que sucediera algo concreto. Listo. Pero cabe señalar que su ingreso en las Fuerzas Armadas fue con la intención de hacer, más tarde, en «Walker, Texas Ranger,» exactamente lo que hacía en la base: hacer cumplir la ley. Hoy en día, las Fuerzas de Seguridad del Aire «son responsables de garantizar la seguridad de todas las armas, propiedades y personal en la base contra fuerzas hostiles.» Entre sus tareas, están la custodia de municiones, armas y equipos, incluyendo la utilización de perros de patrulla. Este trabajo sigue claramente ligado a una carrera en seguridad y defensa, como en la época de la Guerra Fría, cuando Norris se enlistó.
Sus primeros años como policía del aire en Arizona parecen pasar sin mayores incidentes. Sin embargo, su período en Osan cambió su trayectoria, alejándola del cumplimiento de la ley y hacia las artes marciales. En aquella base, comenzó a interesarse por el judo y también practicó Tang Soo Do en la ciudad de Osan.
Tras concluir su misión en Corea, Norris fue destinado a la Base March en California. Se retiró como Airman First Class en 1962 y solicitó plaza como oficial en California. Aunque estuvo en lista de espera, decidió abrir su primer estudio de artes marciales. Lo demás, ya es historia.
Norris también ha mostrado un gran apoyo a los militares. Él mismo expresa que su experiencia en las fuerzas armadas fue clave para su carácter, diciendo en Impacting Our Future: «Mi experiencia militar jugó un papel importante en forjar mi carácter y disciplina. Estas cualidades me han servido toda mi vida. Además, la confianza en que si me propongo completar una tarea y me comprometo, puedo vencer cualquier obstáculo.» Continúa apoyando a las tropas visitándolas en el extranjero y participando en causas para veteranos.
Para Norris, la transición de militar a civil fue un reto. Según Impacting Our Future: «El baixo del ejército puede sentirse como la ruptura de una familia. Dejar la camaradería y la estructura del servicio militar, sentirse fuera de lugar y solo, sin saber qué deparará el futuro.» También ha instado a veteranos con problemas emocionales o de consumo a buscar ayuda sin dudarlo.
En reconocimiento a su servicio, la Fuerza Aérea nombró a Norris Veterano del Año en 2001. En 2007, fue honrado como Marine Honorario por el general James T. Conway. En 2017, apareció en un video para la campaña «Protégete a ti mismo» de los Marines, donde afirmó: «No todos tienen la valentía, la voluntad, la determinación y el coraje para aceptar ese desafío, pero tú sí. Así que protege lo que has ganado.»
