Simon Le Bon, reconocido principalmente como el vocalista de la popular banda británica Duran Duran, vivió una experiencia que pudo haber acabado en tragedia en 1985. La historia de su incidente en su yate y cómo logró salvar su vida es un testimonio de valentía y superación.
Le Bon tenía en su afición la navegación y poseía un yate llamado Drum. En agosto de 1985, participó en la Regata Fastnet, que se realizó frente a la costa de Inglaterra, específicamente en el Canal de la Mancha. La competición estaba prevista para el 10 de ese mes y esa jornada marcaría un antes y un después en su vida.
Junto a una tripulación de cuatro hombres, Le Bon zarparía desde la Isla de Wight con destino a Plymouth. Sin embargo, en las proximidades del final de la carrera, el mal tiempo y fuertes vientos desataron una tragedia. La quilla del barco, encargada de mantener la estabilidad, se rompió a causa de las condiciones adversas, dejando a la embarcación vulnerable. Sin la capacidad de equilibrarse, el yate volcó, atrapando a sus ocupantes dentro y provocando que el agua ingresara lentamente a su interior. Entre los más de 20 tripulantes, incluido Le Bon, estaban en peligro de ahogarse.
En ese momento, la ayuda estaba en camino. Le Bon estuvo atrapado aproximadamente 40 minutos en las frías aguas, hasta que una misión de rescate que incluía un avión de la Marina Real Británica logró localizarlo, según la BBC.
El rescate fue extremo. Los rescatistas lograron sacar a Le Bon y a otros supervivientes a salvo, y él fue trasladado en helicóptero a tierra firme. Una imagen famosa de ese día muestra a Le Bon en ropa interior, ya que tuvo que desprenderse de sus pantalones al quedar pegados durante la operación de rescate. En una entrevista con la BBC en 2016, describió aquel momento como «la situación más peligrosa en la que he estado. Fue cuando miré a los ojos de la muerte».
Tras escapar de la muerte, Le Bon consideró no participar en la regata en la que originalmente pensaba competir. Sin embargo, el yate fue reparado y, motivado por el capitán, decidió volver a salir al agua. Aunque no ganó la carrera, ese evento representó una gran victoria personal, superando su temor y fortaleciendo su amor por la navegación. Desde entonces, ha participado en otras regatas, incluyendo una vuelta al mundo en 1985-86, además de seguir disfrutando de su pasión por navegar.