En una noticia que haría que Rick O’Connell diga algo increíble como «Aquí vamos de nuevo» y luego saque su reserva de armas de emergencia, científicos británicos han logrado «resucitar» una momia antigua. Bueno, en cierto modo.
La momia en cuestión lleva el nombre de Nesyamun. Fallecida hace aproximadamente 3.000 años, se cree que fue un sacerdote. Gracias a la ciencia moderna, ahora puede volver a sonar, quizás para reprender lo que sea la versión de Osiris de la Biblia contra lo que sea la versión de Ra del púlpito. O, al menos, grabar una versión en audiolibro de ello.
Esto se debe a que ingenieros biomédicos de la Universidad de Londres han utilizado escáneres de tomografía computarizada y impresión 3D para recrear la laringe del egipcio que ya no está entre nosotros, creando una simulación fiel a la vida de cómo habría sonado su voz. Lo lograron gracias a que los tejidos blandos en la delicada garganta de Nesyamun estaban excepcionalmente bien conservados.
La laringe, o caja de la voz, del sacerdote fue escaneada usando tomografía computarizada, un proceso que, de no ser por la excelente conservación de sus restos, no habría producido ningún resultado. A partir de ahí, los investigadores pudieron rellenar los vacíos, mapear las piezas en 3D e imprimirlas, y luego combinarlas con un dispositivo de laringe artificial utilizado para simular el habla.
Ah-men
Según el _Mirror_, gracias a todo este trabajo meticuloso y muy detallado, los científicos ahora saben cómo sonaría si Nesyamun, que se cree fue un funcionario de alto rango en el Templo de Karnak, hiciera un suave «aah». Hasta aquí, algo.
El autor principal del proyecto, el profesor David Howard, comentó acerca del esfuerzo: «Esta colaboración interdisciplinaria innovadora ha creado una oportunidad única para escuchar la salida del tracto vocal de alguien que lleva mucho tiempo muerto, gracias a la conservación de sus tejidos blandos y a los avances en tecnología, escaneo digital y impresión 3D».
Aún no hay noticias sobre si Nesyamun podrá hablar en el futuro o si alguna vez dirá lo que realmente piensa, como por ejemplo: «Deberían haberme dejado descansar. Ahora comienza un reinado nuevo y terrible».