Conocido comúnmente como el «Beatle Silencioso», el guitarrista y compositor George Harrison fue autor de algunos de los temas más icónicos de la legendaria banda, incluyendo «Taxman» y «Aquí viene el sol». Sin embargo, quizás su contribución más notable no fue solo musical, sino su innovador papel en la historia de los conciertos benéficos, logrando recaudar millones y transformando el papel social de la música en la sociedad.
Su interés por la filosofía oriental y la música de Ravi Shankar impulsó a The Beatles hacia una dirección más psicodélica, marcando un tono que influiría en la música popular durante décadas. Tras la disolución de la banda en 1970, Harrison continuó su exitosa carrera en solitario, con álbumes como «All Things Must Pass» que consolidaron su lugar como compositor independiente. Sin embargo, hay una invención de George Harrison que no solo generó millones, sino que también ayudó a rediseñar el papel de la música popular en la sociedad para las futuras generaciones.
Musica con causa
En 1971, George Harrison se enteró de los terribles desafíos que enfrentaba Bangladesh a través de su amistad con Ravi Shankar. Bangladesh se encontraba en medio de un conflicto territorial entre la India y Pakistán, en el que, según algunas estimaciones, murieron hasta 3 millones de personas y muchas mujeres fueron violadas, entre otras atrocidades, según Al Jazeera. Harrison sintió la necesidad de actuar, y lo hizo de la única manera que conocía: organizando un concierto.
Este no fue el primer concierto benéfico en la historia ni la primera vez que un músico tocaba por una causa, pero sin duda, el «Concierto por Bangladesh» de Harrison en 1971 fue el de mayor perfil hasta ese momento. Acompañado por Ravi Shankar, Bob Dylan y Eric Clapton, el evento recaudó aproximadamente 240,000 dólares, con fondos adicionales provenientes de una película y un álbum del concierto. Todo el dinero fue destinado a UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia, según NPR.
Pero más allá de lo económico, la iniciativa sentó las bases para futuros conciertos benéficos famosos, como Live Aid en 1985 y otros. La carrera de George Harrison, tan exitosa como la de cualquier otro, dejó una huella aún mayor en su etapa post-Beatles, con ese acto solidario que fusionó el talento con la causa social y sentó un precedente duradero en la historia de la música y la ayuda humanitaria.
