Los estadios son como casas para los deportes. Y al igual que las viviendas, sus costos están muy por encima del alcance de la mayoría. Durante siglos, los seres humanos han gastado sumas casi sagradas en construcciones dedicadas a sus deportes favoritos. El Coliseo romano, en cifras modernas, costaría alrededor de 435 millones de dólares en la actualidad.
Pero el Coliseo romano no tenía pantallas gigantes, cámaras Sky o la biotecnología necesaria para crear personajes como el Philly Phanatic. Las arenas actuales tienen etiquetas de precio tan altas que podrían construirse más grandes si simplemente se juntaran todos los billetes en billetes y se apilaran uno encima de otro.
Y la más cara del planeta costó más que lo que White Claw hace en un año a medida.
Nosotros no elegimos a MetLife, MetLife nos eligió a nosotros
Actualmente, la arena más cara del mundo es el MetLife Stadium en Nueva Jersey. Inaugurado en 2010 como parte del Complejo Deportivo Meadowlands, esta obra maestra de la arquitectura y la ingeniería demoró tres años en completarse y tuvo un costo asombroso de 1,6 mil millones de dólares, según Investopedia.
Como todos los mejores lugares en Nueva Jersey, el estadio MetLife está compuesto principalmente por material proveniente de Nueva York que se derramó más allá de la autopista. Sirve como sede del equipo de la NFL, los New York Jets y los Giants, con elementos de diseño especiales que facilitan la transición de un equipo a otro. Tiene capacidad para 82,500 asistentes, lo que lo convierte en el estadio en términos de aforo más grande en funcionamiento en Estados Unidos, además de contar con cuatro vestuarios, 1,350 paneles solares, diez mástiles LED de alta definición de 54 pies y, no por nada, unos buenísimos hot dogs con chili.
Sin embargo, el puesto de MetLife en lo más alto del ranking financiero no durará mucho. En 2020, se inaugurará Allegiant Stadium en Paradise, Nevada, que será el nuevo hogar de los Raiders de Las Vegas, anteriormente de Oakland, y del equipo de fútbol de la Universidad de Nevada, Las Vegas, los UNLV Rebels. A pesar de su capacidad menor de 71,000 asientos, la instalación tiene un costo total proyectado de alrededor de 1.900 millones de dólares, o aproximadamente, según el World Population Review de 2020, el producto interno bruto de Gambia.