La cantante y vocalista del grupo punk de Seattle, Miá Zapata, fue encontrada asesinada en la calle en la madrugada del 7 de julio de 1993. Su cuerpo fue descubierto por una trabajadora sexual en una calle de Capitol Hill, y la noticia conmocionó profundamente a la escena musical y a la comunidad local. Zapatta, con solo 27 años, fue víctima de un brutal asesinato cuya investigación, inicialmente, se convirtió en un caso sin resolver durante más de una década.
Según informes, esa noche Mia Zapata había estado en un bar con amigos antes de salir a buscar a su exnovio. Como no lo encontró, terminó quedándose en casa de una amiga hasta las 2 de la madrugada. Nadie volvió a verla con vida desde entonces. La escena del crimen reveló que su sudadera había sido subida por debajo de sus brazos, con la capucha fuertemente atada alrededor de su rostro y anudada debajo de su garganta. Además, su ropa interior, cartera y sujetador rasgado estaban en su bolsillo, indicando violencia previa al asesinato.
El análisis forense mostró que Mia había sido brutalmente agredida y violada. Presentaba heridas internas, hematomas, rasguños y abrasiones en diferentes partes del cuerpo, incluyendo lesiones en los lados de sus pezones, que parecían haber sido causadas por dientes. La causa de su muerte fue asfixia por estrangulamiento, usando el cordón de su sudadera como instrumento.
A pesar de la violencia del crimen, las investigaciones iniciales enfrentaron serias dificultades: no había presencia de sangre o semen, ni testigos que pudieran aportar datos. Sin embargo, se encontró saliva en su cuerpo, que parecía haber sido mordida, y el análisis de ADN reveló que había material genético distinto al de Mia. En 1993, no hubo coincidencias en la base de datos.
Pasaron los años y en 2002, los investigadores ingresaron esa muestra en la base de datos nacional de ADN. En diciembre de ese mismo año, lograron una coincidencia con un sospechoso: Jesús Mezquia. Originario de Cuba, en ese momento residía en Florida, pero se sabía que había vivido en Seattle entre 1992 y 1994, a solo una milla y media del lugar donde se encontró el cuerpo de Mia. La muestra de ADN de Mezquia había sido recopilada tras su condena por posesión de herramientas de robo en 2002. Con antecedentes criminales que incluían robos, secuestros y violencia agravada, fue arrestado y sometido a juicio.
Finalmente, en 2004, Jesús Mezquia fue condenado por el asesinato de Mia Zapata y sentenciado a 36 años de prisión, aunque esta sentencia fue anulada en 2005 y posteriormente reinstalada en 2009. Desde 2003, permanece en la cárcel, dejando un caso que marcó un hito en la justicia y en la historia de la escena musical punk de Seattle.
