Tracy Chapman es ampliamente reconocida como una cantante y compositora reflexiva e introspectiva, conocida por temas como «Fast Car» y «Give Me One Reason». Nació el 30 de marzo de 1964 en Ohio, pero creció en Connecticut, según indica su biografía. Su madre fue quien incentivó su interés por la música, regalándole un ukelele cuando tenía solo tres años. Chapman comenzó a escribir y a interpretar música original mientras estudiaba en la Universidad de Tufts, donde se inscribió en cursos de estudios africanos y antropología. Su primer álbum homónimo fue lanzado en 1988, y desde entonces el mundo conoció a una mujer que valora mucho su privacidad, a la vez que denuncia con fuerza temas como la pobreza, el racismo y la violencia contra las mujeres. Ese mismo año, la revista Rolling Stone perfiló a Chapman, destacando «sus historias cuidadosamente elaboradas sobre personajes en la América contemporánea que buscan significado en medio de la fragmentación social». La vida bajo el escrutinio público no significa que ella exponga su vida privada sin reservas.
En 2018, Chapman expresó que, aunque estar en el centro de atención y bajo la luz del foco le resulta incómodo, ha aprendido a prepararse para esta carrera gracias a las experiencias vividas. Comentó en una entrevista con The Irish Times: «Ser vista en público y en el centro de atención fue — y sigue siendo en cierta medida — incómodo para mí, pero hay maneras en las que todo lo que ha pasado en mi vida me ha preparado para esta profesión». Además, admite ser un poco tímida.
En cuanto a su carrera, Chapman sorteó con suerte ese deseo de mantenerse reservada en uno de esos golpes de suerte profesional que parecen sacados de una película. Según The Irish Times, en junio de 1988, tras lanzar su primer álbum en abril del mismo año —que vendió un millón de copias— fue invitada a participar en un concierto en honor al 70° cumpleaños de Nelson Mandela en Wembley, Londres. Allí interpretó dos veces, debido a que Stevie Wonder se negó a actuar porque faltaba un equipo de sonido, aunque posteriormente sí realizó su actuación. Chapman impresionó a una audiencia internacional con su talento en un escenario público absoluto.
¿Y qué hay de su relación con otros artistas? Claramente capaz de brillar para todo el mundo, pero también de alejarse de los focos. Según Smooth Radio, su último álbum de estudio data de 2008, titulado «Our Bright Future» —que suma ocho discos en 20 años— y en 2015 se lanzó una compilación de sus mayores éxitos. Es conocida por ser muy protectora con su trabajo, rechazando solicitudes frecuentes para que sus canciones sean usadas o sampleadas en otros medios. Vanity Fair informa que los fanáticos quedaron sorprendidos cuando en 2017 Chapman dio permiso a Lena Dunham para usar «Fast Car» en el final de la serie Girls.
La directora musical del programa, Manish Raval, contactó a su equipo, recordando: «Sé que siempre es un no», pero insistió intentando que Dunham hablara con Chapman para que la serenata fuese la forma perfecta de cerrar la serie. Después de unos minutos de llamada, llegaron a un acuerdo, y Chapman permitió que se usara la canción. La sorpresa fue mayúscula.
Por otra parte, Chapman ha participado en beneficios para apoyar diversas causas. En 2018, presentó una demanda por infracción de derechos de autor contra Nicki Minaj, quien había grabado una colaboración con Nas titulada «Sorry» que interpolaba su tema de 1988 «Baby Can I Hold You» sin autorización. Aunque esa canción nunca fue lanzada oficialmente, se distribuyó y se puede escuchar en línea. Minaj solicitó permiso, pero Chapman lo rechazó, y la artista expresó públicamente que su inspiración provenía del trabajo de Chapman, intentando dialogar como artistas. Sin embargo, la denuncia avanzó en los tribunales.
Chapman también ha sido una activista silenciosa, participando en beneficencias y evitando discutir su vida privada o usar redes sociales. En la misma entrevista con The Irish Times, declaró: «Soy una persona algo reservada, que nunca buscó el protagonismo». Su ausencia del foco público revela que lleva una vida normal, dedicada a lo que realmente importa.