La mayoría de los lugares llevan nombres relacionados con personas o pertenencias. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué algunos lugares — como Pikes Peak en Colorado — no llevan apóstrofes posesivos, mientras que otros, como Martha’s Vineyard, sí? La culpa la tiene una organización poco conocida llamada Junta de Nombres Geográficos de EE.UU., y una regla federal que prohíbe el uso de apóstrofes.
Esta junta regula las convenciones de nomenclatura para las áreas geográficas. En esencia, controlan cómo se llaman los lugares en los registros gubernamentales. La idea es que todas las ubicaciones sean uniformes en todos los documentos, para que títulos de tierras o regulaciones no puedan referirse accidentalmente a lugares diferentes, por ejemplo, a una montaña llamada Jimmy. Son quienes aseguran que tus mapas sean correctos, al menos en cuanto a los nombres.
Según la sitio web de la junta, ha estado eliminando apóstrofes de manera regular desde su fundación en 1890. Aunque no hay una razón completa oficial, existen varias teorías. Se sugiere que los apóstrofes, al ser escritos en mapas, podrían parecer formaciones rocosas. Otra posibilidad es que en el siglo XIX, la tipografía utilizada en los mapas a veces perdía los apóstrofes.
La misma junta afirmó que la razón más probable es que simplemente no quieren que alguien reclame o posea una característica natural. Prefieren que los lugares sean de todos, y un apóstrofe implica posesión de algo que debería ser público. La junta estima que eliminó alrededor de 250,000 apóstrofes en su base de datos, según The Wall Street Journal. Aunque otros países tienen sus propias organizaciones de nomenclatura geográfica, aún mantienen apóstrofes posesivos en sus nombres.
La junta fue creada para evitar conflictos entre cartógrafos
Estados Unidos es el único país que oficialmente tiene una política que prohíbe su uso. Aunque los gobiernos locales pueden llamar a los lugares como quieran, estos nombres no serán oficiales sin la aprobación de la junta.
La creación de la junta buscaba evitar confusiones entre los cartógrafos o creadores de mapas, indicó el Las Vegas Review-Journal. En esa época, se estaban dibujando mapas continuamente —sobre todo cuando el país adquirió territorios en el Oeste y en Alaska. La gente empezó a poner nombres de forma descontrolada. A medida que los colonos se movían a estos nuevos estados, quedó claro que unos nombres estandarizados ayudarían a evitar disputas (al menos algunas) relacionadas con tierras y mapas. Actualmente, la junta es la instancia a consultar para definir oficialmente los nombres de las áreas y realizar cambios. Cualquier persona, incluyendo empresas privadas, puede solicitar un cambio de nombre, siempre y cuando siga las reglas de nomenclatura de la junta.
Por supuesto, esta organización se preocupa solo por lugares designados como ciudades, montañas o lagos. Grammarphobia explica que, salvo que se solicite su opinión, no interviene en cómo se llaman calles, iglesias, escuelas, aeropuertos o hospitales. Sin embargo, en general, la mayoría de los estados y localidades siguen las directrices de la junta. Incluso Hawái recomienda evitar los apóstrofes al escoger nuevos nombres para un lugar.
Este reglamento ha causado frustración en algunas personas. En 2013, Thurman, en Nueva York, quiso nombrar una montaña en honor a un colonizador de 1773 llamado James Cameron, afirma The Wall Street Journal. La montaña se llama localmente Jimmy’s Peak, pero querían que apareciera oficialmente en los mapas.
Aun hay lugares con apóstrofes posesivos
La Junta de Nombres Geográficos no estuvo de acuerdo. En los mapas, ese lugar no aparece como Jimmy’s Peak, sino como Bald Mountain. Sin embargo, la comunidad de Thurman sigue llamándolo Jimmy’s Peak, según The Sun.
No significa que en los mapas estadounidenses no existan apóstrofes en absoluto. La junta permite su uso si falta alguna letra — por ejemplo, Lake O’ the Woods. También están permitidos en nombres ya existentes que contienen la puntuación, como O’Fallon, Illinois, o en palabras extranjeras como Coeur d’Alene, Idaho. Estos no indican posesión, así que son aceptables.
Hay otras excepciones. Cinco lugares mantienen el apóstrofe posesivo, según Mental Floss: Martha’s Vineyard (Massachusetts), Ike’s Place (Nueva Jersey), John E’s Pond ( Rhode Island), Carlos Elmer’s Joshua View (Arizona) y Clark’s Mountain (Oregón).
En su momento, la junta eliminó el apóstrofe en Martha’s Vineyard, pero se lo devolvió en 1933 tras una fuerte protesta de sus habitantes. Ike’s Place pudo mantener el uso del apóstrofe porque la junta consideró que el nombre Ike’s no era reconocible. El estanque de Rhode Island lleva el apóstrofe por ser John E’s, para evitar confusiones con John S Pond. En 1995, la junta mantuvo el apóstrofe en Carlos Elmer’s Joshua View, ya que los tres nombres podrían confundir a la gente, además que Joshua se refería a árboles. Y en 2002, permitió el apóstrofe en Clark’s Mountain, en honor a los diarios de Lewis y Clark.