La comedia, muchas veces, nace del dolor. Como en la ópera _Pagliacci_, donde un payaso atormentado refleja esa idea de que el humor surge de una profunda tristeza. Diversas citas de figuras legendarias de la comedia, como Mark Twain, Lenny Bruce y Steve Allen, sugieren que la risa a menudo proviene del sufrimiento. Incluso la comedia más simple, como el slapstick, requiere situaciones absurdas y acciones violentas o vigorosas, según la Britannica, evidenciando que el dolor parece ser una pieza fundamental para provocar la carcajada. La relación entre la tragedia y el humor es inconfundible, y muchos comediantes han tenido que lidiar con su propio sufrimiento para mantenernos sonriendo.
Sarah Silverman, en el documental _Laughing Matters_, afirmaba que «el humor es nuestra forma de sobrevivir. Muchos encuentran humor en los lugares más oscuros». Sin embargo, esta búsqueda de la risa a veces se vuelve insostenible. La necesidad de escapar del dolor las lleva a recurrir a sustancias como drogas y alcohol, o a experiencias que terminan cobrando su precio, incluso con la vida.
Lenny Bruce
Fue interpretado por Dustin Hoffman en _Lenny_ y por Luke Kirby en _The Marvelous Mrs. Maisel_. Lenny Bruce, ícono de la contracultura de los 50 y 60, fue famoso por su estilo polémico y su combativa crítica social, que le valió múltiples arrestos por obscenidad, especialmente tras su show en 1964 en Nueva York. Bruce combinaba crítica social, vocabulario colorido e improvisación, al estilo del jazz. Es considerado el tercer mejor comediante de todos los tiempos por Rolling Stone y, aunque su estilo le acarreó problemas legales y personales, su legado sigue vivo.
Su caída empezó en 1961 con una arresto en San Francisco por obscenidad, y su vida fue marcada por esta lucha constante, agravada por su adicción a las drogas. En marzo de 1964, fue arrestado en el café Au Go Go, en Nueva York, y condenado por violar leyes de obscenidad, un caso ampliamente mediático. Aunque su condena fue revocada post mortem 37 años después, Bruce murió en 1966 a causa de una sobredosis de morfina en Hollywood.
Bill Hicks
Diagnóstico con cáncer de páncreas en junio de 1993, Hicks falleció en febrero siguiente a los 32 años, dejando un legado enorme en la comedia. Cultuado en EE. UU., Hicks se convirtió en una figura de culto internacional, gracias a su estilo provocador y temáticas como la libertad de expresión, religión y drogas. En sus últimos años, se le vio en programas como _Late Show with David Letterman_, aunque su aparición fue cortada para evitar controversia, lo que molestó profundamente a Hicks. Murió por la enfermedad en 1994, apenas nueve meses después de su diagnóstico. En su memoria, muchas voces reconocen cómo su trabajo desafiante y su impacto cultural aún resuenan en la historia de la comedia.
Chris Farley
Considerado el heredero de John Belushi, Farley se destacó en _Saturday Night Live_ por su energía y carisma, logrando personajes memorables. La lucha contra sus demonios internos, especialmente las adicciones, terminó con su muerte a los 33 años en 1997, por una sobredosis de cocaína y morfina. Poco antes de morir, había perdido la voz en un ensayo general, lo que fue una precursora de su trágico final.
Gilda Radner
Estrella original de _Saturday Night Live_, ganadora de un Emmy en 1978, Radner fue clave en la comedia moderna. Luchó con problemas de salud como el cáncer de ovario, que le fue diagnosticado en 1986. Tras años de incertidumbre y múltiples diagnósticos erróneos, falleció en 1989 a los 42 años. Su lucha buscaba crear conciencia y esperanza para el futuro contra esta enfermedad.
Flip Wilson
Pionero en la televisión, Wilson fue conocido como “TV’s First Black Superstar” por su programa _The Flip Wilson Show_. Creó personajes icónicos como Geraldine, representando a una mujer afroamericana fuerte y chispeante. Aunque enfrentó obstáculos raciales y personales, su legado abrió puertas para futuras generaciones. Falleció en 1998 a causa de cáncer hepático.
Sam Kinison
De predicador pentecostal a uno de los comediantes más salvajes y exitosos de los 80, Kinison era famoso por su grito desgarrador y su humor sin filtros. En 1992, se casó con Malika Souiri y, pocos días después, en 1992, falleció tras ser atropellado por un pickup en Nevada, a los 38 años. Su muerte dejó un legado de intensidad y rebeldía en la comedia moderna.
Robin Williams
Icono de la comedia y el cine, Williams fue conocido por _Mork & Mindy_, _Aladdin_ y filmes como _La Sociedad de los Poetas Muertos_. Luchó toda su vida contra la depresión, la adicción y las enfermedades físicas. Diagnosticado con Parkinson meses antes de su muerte en 2014, se suicidó en agosto de ese año. Tras su fallecimiento, emergieron diagnósticos sobre demencia con cuerpos de Lewy, dejando un legado de risas y lágrimas.
Si tú o alguien que conoces está atravesando pensamientos suicidas, llama a la Línea Nacional contra el Suicidio al 1-800-273-TALK (8255).
Mitch Hedberg
Famoso por su estilo único y juego con palabras inteligentes, Hedberg predijo su muerte en una entrevista en 2001: «Primero, querría hacerme famoso, y luego sobredosificarme. Si muriera así, sería una suerte que saliera en las noticias». Su humor, más en la línea de punteras y rápido, le ganó seguidores fervientes. La adicción a las drogas, sin embargo, finalmente lo llevó a la muerte en 2005, a los 37 años, en su habitación de hotel.
Su legado vive en la comunidad de humoristas que lo admiran como un referente innovador, ejemplo de cuánto puede influir una vida breve pero intensa.
Freddie Prinze
Actor y comediante en auge, Prinze destacó en _Chico and the Man_ y en programas de roast y stand-up, pero su vida terminó trágicamente a los 22 años en 1977, tras suicidarse por problemas de depresión y drogas que afectaban su vida personal y profesional.
John Candy
Amado por sus roles cómicos en películas como _Uncle Buck_ y _Planes, Trains, and Automobiles_, Candy falleció en 1994 a los 43 años por un infarto. La autopsia reveló que episodios de obesidad, tabaquismo y cocaine fueron factores contribuyentes. Su humor cálido y talento aún son recordados con cariño.
Bob Saget
Ícono de la comedia y padre en _Full House_, Saget murió en enero de 2022 en Florida, durante una gira. Descubierto en su habitación de hotel, su causa oficial fue un deceso natural, aunque su muerte impactó a muchos. Su esposa compartió que su tour era un acto de esperanza, y que su deseo era seguir haciendo reír a la gente hasta su último momento.
Louie Anderson
Reconocido por su humor cálido y cercano, Anderson falleció en enero de 2022 a los 68 años, tras una lucha contra el linfoma no Hodgkin. Su historia en la comedia comenzó en programas como _The Tonight Show_ y series como _Life with Louie_, siempre promoviendo un humor sin odio, con un mensaje de humanidad y unión.
Patrice O’Neal
Reconocido por su honestidad brutal y su humor sin filtros, O’Neal murió en 2011 a los 41 años tras sufrir un derrame cerebral. Considerado una inspiración para muchos, dejó un legado de sinceridad y humor valiente, y su lucha contra la diabetes también fue parte de su historia.
Andy Kaufman
Estrambótico y único, Kaufman fue un comediante y actor famoso por su carácter impredecible, famoso por _Taxi_ y _Saturday Night Live_. Murió a los 35 años por cáncer de pulmón, pero lo que ocurrió después fue aún más extraño: su hermano afirmó que fingió su muerte, aunque la evidencia y el certificado oficial indican que falleció realmente en 1984. La controversia y los rumores persisten, pero la historia oficial reafirma su fallecimiento.
John Ritter
Popular por _Three’s Company_ y _8 Simple Rules_, Ritter murió en 2003 a los 54 años por una disección aórtica no diagnosticada, justo en el día de su cumpleaños de su hija. Su esposa, Amy Yasbeck, ahora trabaja activamente en la creación de conciencia sobre esta condición, que afecta a miles de estadounidenses cada año.
Bernie Mac
El comediante Bernie Mac falleció en 2008 a los 50 años, víctima de complicaciones relacionadas con la sarcoidosis, una enfermedad inmunológica. Sus colegas y su esposa recordaron su humor y legado, y ella continúa promoviendo la investigación y memoria del artista a través de la Fundación Bernie Mac.
Phil Hartman
Actor y escritor de _Saturday Night Live_, Hartman fue trágicamente asesinado en 1998 por su esposa Brynn en un estremecedor suceso de violencia doméstica. Se le recuerda por su talento y versatilidad, y su pérdida es una de las más dolorosas en la historia del humor estadounidense.
Richard Pryor
Reconocido como un pionero en la comedia, Pryor transformó el stand-up al abordar temas raciales y sociales desde una visión muy personal y cruda. Falleció en 2005 tras una larga lucha contra el consumo de drogas, quemaduras y enfermedades. Su legado de irreverencia y compromiso social sigue vigente.
John Belushi
Famoso por su trabajo en _Saturday Night Live_ y en películas como _Los Cazafantasmas_, Belushi fue una de las figuras más reconocidas del humor hasta su muerte en 1982 por sobredosis de cocaína y heroína, a los 33 años. Su historia sirve como una advertencia sobre los peligros de las adicciones en la industria del entretenimiento.
Madeline Kahn
Actriz de cine y teatro, famosa por sus papeles en _Aterriza como puedas_, _Joven Frankenstein_ y _Siete horcas_, Kahn murió en 1999 a los 57 años por cáncer de ovario, poco después de que se hiciera pública su enfermedad. Su deseo de crear conciencia para combatir esta enfermedad refleja su lucha y legado en la búsqueda de un mayor diagnóstico y tratamiento eficaz.
Rik Mayall
El comediante británico, famoso por _The Young Ones_ y _Blackadder_, falleció en 2014 a los 56 años. Su muerte, rodeada de misterio y tristeza, recuerda la fragilidad de la vida. Sus amigos aseguraron que murió feliz y saludable, aunque su historia trágica nos deja una enseñanza sobre apreciar cada día y valorar cada momento.
Estas historias de comediantes que nos hicieron reír y que, lamentablemente, partieron de forma trágica, nos recuerdan la complejidad del talento y del sufrimiento humano. Desde Bruce hasta Williams, cada uno dejó una huella imborrable en la historia de la comedia, enfrentándose a sus demonios y dejando un legado que aún nos hace reflexionar.