El Papa Francisco falleció el 21 de abril de 2025, dejando un legado único de sencillez, humildad y visión moderna en el cristianismo. A diferencia de otros papas, eligió vivir en una sencilla habitación en Casa Santa Marta en el Vaticano, en lugar del lujoso Palacio Apostólico, reflejando su espíritu de austeridad y servicio.
Su funeral también será sencillo y modesto, en línea con su vida, y no estará en la Basílica de San Pedro, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. En lugar del ataúd pontifical tradicional de tres capas, será enterrado en un ataúd de madera con revestimiento de zinc. La ceremonia constará de tres etapas o «estaciones», culminando con su entierro en una cripta de la basílica.
Por ahora, el cuerpo de Francisco se encuentra en exposición en San Pedro durante tres días, permitiendo a los fieles presentar sus respetos. Entre los objetos simbólicos que será enterrado, destacan la mitra (el sombrero alto propio del papa) y el rosario que sostiene en sus manos. Además, será enterrado con una bolsa de monedas acuñadas durante su pontificado y un documento llamado rogito, que registra sus acciones y logros.
Cada uno de estos objetos tiene un significado especial. La mitra simboliza el ‘casco de la salvación’, como lo describe San Pablo en Efesios 6:17. Aunque existen diferentes tipos, la mitra de Francis es de tela sencilla y básica. El rosario representa su vida dedicada a la fe y la oración.
Las monedas representan cada año de su papado, que inició en 2013 y finalizó en 2025, totalizando 12 monedas. Estas monedas no se acuñan para funerales, sino que cada papa recibe una línea propia al llegar al pontificado. El rogito, en cambio, es un documento que contiene un resumen de su vida y acciones, y que se coloca en su ataúd como testimonio de su legado.
Los deseos del propio Papa antes de su muerte
Francisco dejó claras sus voluntades respecto a su funeral en un documento llamado Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, actualizado por él y publicado por el Vaticano en noviembre de 2024. Este manual busca simplificar y modernizar las ceremonias fúnebres papales, eliminando pasos y sofisticaciones como el ataúd de tres capas, permitiendo mayor flexibilidad en las oraciones y en la música.
Pese a estas modernizaciones, Francisco eligió que sus objetos personales —la mitra, las monedas y el rogito— formen parte de su entierro, en línea con su compromiso por la sencillez y humildad. La procesión funeral partirá del Vaticano hacia Santa María la Mayor el sábado 26 de abril, en un acto que reflejará su vida de servicio.