La imagen de un cadáver en un ataúd con los brazos cruzados formando una «X» sobre el pecho es una representación muy común en la cultura popular. Evoca películas clásicas de vampiros y momias del antiguo Egipto. Aunque probablemente la mayoría de nosotros no haya visto un cuerpo en esa posición en un funeral, esta imagen se ha consolidado en el canon de las representaciones funerarias. Tiene sentido asociar esa postura con la muerte, dado que algunas de las representaciones más conocidas de personas enterradas provienen del antiguo Egipto.
Las momias originales descubiertas con los brazos cruzados sobre el pecho datan aproximadamente del año 1500 a.C., y si una momia tenía esa posición, se trataba de un faraón. Sin embargo, esa postura fue principalmente característicamente en el período del Nuevo Reino de Egipto, no en toda la historia del país. Se ha señalado que una posible inspiración para esta postura fue la figura del dios Osiris, representado alrededor del 2300 a.C. con los brazos cruzados en el pecho, sosteniendo en una mano un látigo y en la otra un cayado. Aunque Osiris no siempre aparece con los brazos cruzados, simboliza la muerte, la renovación de la vida en la Tierra y lo que nos espera en la otra vida.
Los brazos cruzados han sido un símbolo durante miles de años
Con la conquista del Imperio Romano en Egipto, las influencias culturales se intensificaron. Pronto, era frecuente enterrar a los muertos con los brazos cruzados sobre el pecho, aunque no era la única forma en que se les sepultaba. Los arqueólogos han encontrado cuerpos en diversas posiciones, con las manos cruzadas sobre el pecho, a un lado o dobladas sobre la pelvis.
Durante la Edad Media, estas prácticas funerarias se mantuvieron similares. La variedad era notable debido a los largos siglos en los que se enterró a las personas en diferentes regiones. Un estudio publicado en 2020 en PLOS One examinó enterramientos en la región que actualmente corresponde a Alemania y países vecinos, desde el siglo X hasta el siglo XIX. En esa época, era considerado «normal» enterrar a los fallecidos con los brazos cruzados sobre el pecho, aunque quizás no existía un motivo concreto para ello. Se piensa que esta costumbre pudo haber comenzado como una reverencia a los dioses o una tradición que perduró con el tiempo.
Los brazos cruzados en los muertos son algo poco común hoy en día
Actualmente, cruzar los brazos sobre el pecho antes del entierro no es una práctica habitual. Según la directora de funerarias y embalsamadora Kari Northey, la posición de las manos hoy en día suele ser con una mano sobre la otra justo debajo del abdomen, o simplemente a los lados del cuerpo. En un video de YouTube titulado «Consejos para posicionar cuerpos en el ataúd», ella explica las recomendaciones sobre cómo colocar las manos y no menciona en ningún momento cruzarlas sobre el pecho. La opción más cercana es poner una mano sobre la otra en el pecho, pero advierte que esto no se recomienda, ya que aprieta demasiado los codos y hace que las manos floten, sin estar en una posición natural.
Por otro lado, Morty Stein, un embalsamador de California que responde preguntas en TikTok, también coincide en que la colocación de las manos depende de las preferencias familiares. Aunque normalmente se colocan con los brazos a los lados o una mano sobre la otra en el abdomen, no hay una regla fija y el cruce de los brazos en forma de «X» parece ya ser una práctica pasada de moda.