Las 3 principales teorías sobre la extinción del gigantesco Gigantopithecus

Lo Inexplicable
China, Vietnam, Tailandia

Los gorilas son bastante grandes, ¿verdad? Los machos dominantes plateados alcanzan pesos que impresionan, con músculos que hacen que cualquier culturista humano se vea débil en comparación. No son muy altos — aproximadamente 1.50 metros — pero pueden pesar cerca de 195 kilos y levantar hasta 810 kilos. Para ponerlo en perspectiva, Hafthor «La Montaña» Björnsson, uno de los humanos más fuertes, levantó 500 kilos en peso muerto. Además, Shaquille O’Neal mide 2.16 metros. ¿Y qué decir de un homínido que alcanzaba los 3 metros de altura? La respuesta: “Adelante, señor, coma primero”.

Y sí, Gigantopithecus, como indica su nombre, era gigantesco. Este máximo de los simios recorrió el planeta durante la Era del Pleistoceno, hace entre aproximadamente 2.6 millones y 11,700 años. Se extinguió hace entre 295,000 y 215,000 años. Los fósiles, hallados en 22 cavernas en el sur y centro de China, confirman que habitaban bosques densos de la región. También se encontraron restos en Vietnam y Tailandia, aunque podrían pertenecer a especies relacionadas similares.

Entonces, si Gigantopithecus fue tan grande y presumiblemente fuerte, ¿por qué desapareció y dejó espacio a nuestra especie, los Homo sapiens? Para responder, podemos analizar a su pariente cercano, el orangután, con quien comparte un ancestro común hace entre 10 y 12 millones de años. Los orangutanes son animales bastante pacíficos, herbívoros que se alimentan principalmente de frutas, complementadas con insectos. Los orangutanes de Sumatra ocasionalmente comen carne, mientras que los de Borneo rara vez lo hacen. Sin embargo, Gigantopithecus era completamente herbívoro. Este hecho, junto con otras razones relacionadas, explica su extinción.

Teoría 1: Gigantopithecus no pudo renunciar a la fruta

¿Recuerdas esa estrategia que usan los padres para convencer a los niños de comer lo que no les gusta? La de “si no comes esto, no comes nada”. Aunque esta táctica casi nunca funciona realmente, la lógica es simple: si no comes X, tendrás que comer Y. Y si no quieres Y, te quedas sin comida. Si a esto sumamos que un solo individuo no puede sobrevivir sin suficiente comida, la consecuencia es obvia: mueres. Objetivamente, los niños deben comer sus verduras.

¿Y qué pasa si toda una especie seguía esa estrategia obstinada? Aunque no fue una decisión consciente, muchas evidencias señalan que Gigantopithecus era tan amante de las frutas que, si no podía conseguir suficiente, no sobrevivía. Los fósiles encontrados en las 22 cavernas muestran que tenían molar enormes, conocidas como “dientes de dragón”. Según un estudio publicado en Nature, estos dientes y su esmalte revelan que eran herbívoros especializados en alimentos abrasivos, fibrosos y ricos en fruta. La incapacidad o resistencia a cambiar su dieta fue fundamental en su extinción.

Teoría 2: El entorno cambió demasiado rápido

Todo ser vivo está moldeado por su ambiente. Los fósiles de Gigantopithecus datan desde hace más de 2 millones de años hasta hace unos 300,000 años. Sin embargo, su desaparición ocurrió hace entre 295,000 y 215,000 años. Esa larga existencia en un único hábitat implica que estuvo adaptado a un clima y un tipo de vegetación muy específicos. Pero, con el tiempo, el ecosistema cambió rápidamente, y muchas evidencias apuntan a que el hábitat se convirtió en un entorno más seco y abierto.

Según The New York Times, durante ese período las zonas tropicales y boscosas se despejaron, convirtiéndose en praderas y áreas dispersas. La evidencia ósea muestra que Gigantopithecus sufrió estrés crónico, adaptándose de una dieta de frutas, nueces y semillas a cortezas de árbol y ramas. Además, la disponibilidad de agua disminuyó. Por su parte, los ancestros de los orangutanes expandieron sus fuentes de alimento, incluyendo hojas, insectos y pequeños animales, mientras que Gigantopithecus no modificó su dieta.

Los registros fósiles indican que esta especie fue reduciendo su distribución, restringiéndose desde regiones como Guangxi, Guizhou, Hainan y Hubei, hasta limitarse solo a Guangxi, donde probablemente encontró un hábitat más estable para sobrevivir más tiempo.

Teoría 3: Gigantopithecus fue demasiado grande

Ya mencionamos que Gigantopithecus era enorme: medía aproximadamente 3 metros, el doble que un gorila plateado (5 pies), y podía pesar hasta 300 kilos, 1.5 veces más que los gorilas actuales. Aunque había variaciones entre ejemplares y sexos, no era tan corpulento como los gorilas modernos. Sin embargo, su tamaño influenció su extinción.

El tamaño requería que dedicara mucho tiempo a buscar comida, especialmente si prefería frutas. Los orangutanes, con quienes comparte pariente cercano, pasan hasta el 90 % del día buscando alimento, con una dieta mucho más flexible. Pero Gigantopithecus era terrestre y menos ágil, incapaz de balancearse en los árboles o recorrer largas distancias para buscar comida.

Además, su tamaño le dificultaba cazar o escapar de depredadores, siendo demasiado lento para la caza o la evasión. La combinación de una dieta rígida, el cambio en el clima y su tamaño gigantesco hizo que no pudiera adaptarse suficientemente rápido para sobrevivir, y la extinción fue inevitable.

Así, cada una de las teorías sobre su desaparición tiene fundamentos sólidos, y todas están interconectadas. El gran simio que dominó los bosques fue víctima de su propia grandeza, uniendo en su historia una lección para los humanos, por muy pequeños que seamos en comparación.

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